El temor de los chilenos por perder su empleo llegó a su registro más alto desde el año 2013, esto, según el estudio elaborado durante el último trimestre del 2018 por la consultora Randstand, que muestra que la cifra se elevó al 8,9 por ciento, lo que significó un aumento de dos puntos desde el mismo periodo del año pasado. Otro de los aspectos que llamó la atención fue que, durante el segundo trimestre del 2018, el miedo a perder el empleo solo llegaba al 4,9 por ciento.
Los factores que explicarían esta alza no fueron contemplados en el estudio, ya que, según cuenta Natalia Zúñiga, directora de marketing y comunicaciones de Randstand, la encuesta sólo contemplaba “percepciones”. Sin embargo, para los especialistas, el actual panorama económico y de políticas laborales juegan un rol clave en la visión que los trabajadores tienen sobre la posibilidad de perder su empleo.
Visión económica
De acuerdo a los números del Banco Central, la economía chilena durante el 2018 alcanzó un crecimiento de cuatro puntos porcentuales -uno de los más altos de Latinoamérica- sin embargo, esto no se ha visto reflejado en las actuales cifras de empleo, que señalan un leve retroceso de la desocupación en el país.
La directora de la compañía Randstand explicó que, si bien la desaceleración de la creación de empleos podía generar impacto en la percepción de los encuestados, los resultados finales fueron totalmente inesperados.
“Nos llamó mucho la atención el alza con respecto del mismo periodo anterior y del trimestre anterior, porque, si bien es cierto, hay cierta desaceleración en el marcado laboral y el incremento real de las remuneraciones todavía no lo vemos, nunca nos imaginamos que iba a crecer de manera tan importante este temor”.
Según las últimas mediciones del Instituto Nacional de Estadísticas, el año pasado la desocupación cerró con una leve tendencia al alza. La última estadística del trimestre septiembre-noviembre, concluyó con un 6,8% de desempleados a nivel nacional, 0,3 puntos porcentuales más que el 2017.
Desde la Fundación Sol, el economista Alexander Páez manifestó que esta discordancia entre la economía y el trabajo asoma como un elemento clave en el temor de los chilenos.
“Eso evidentemente afecta a la percepción y el miedo a perder el trabajo, en la medida en que lo que uno ve es que ha ido aumentando la fragilidad en el empleo, y a su vez, el crecimiento económico que registran las cifras, no se ve reflejado en el aumento de la ocupación”.
Por otro lado, Alejandro Alarcón, académico y economista de la Universidad de Chile, señala que la situación del empleo en Chile resulta bastante particular, ya que a pesar del alza económica, la creación de trabajo se encontraría en una etapa de transición que explicaría la contrariedad con las cifras económicas.
“Hemos pasado en muy poco tiempo de un crecimiento del empleo por cuenta propia y el empleo público a un crecimiento del empleo asalariado, que es de mucha más calidad. Entonces, ese fenómeno de traspaso de un tipo de crecimiento de empleo a otro ha tenido cierto rezago respecto del crecimiento de la inversión y de la economía”.
A fines del 2018 las cifras de empleo asalariado aumentaron en 0,5 puntos porcentuales en relación al 2017. Sin embargo, esto no fue suficiente para hacer frente a la desocupación ya que en el último trimestre móvil del año recién pasado, la tasa alcanzó un 6,8 por ciento,
El temor al endeudamiento
Ante la realidad del empleo en nuestro país, el economista de Fundación Sol, Alexander Páez, propone la existencia de otro problema que afectaría a los chilenos a la hora de considerar la posibilidad de perder su trabajo, y que dice relación con los altos niveles de endeudamiento en Chile.
Según el Banco Central más del 70% de los hogares nacionales mantiene algún tipo de deuda con la banca y/o el retail. El economista de Fundación Sol afirma que esto ha provocado un circulo vicioso a través del cual las familias deben acceder a créditos en forma regular de modo de solventar sus gastos.
“Perder el trabajo en Chile, con estos niveles de endeudamiento, genera mucha vulnerabilidad, por lo tanto, las familias dependen del empleo para solventar su existencia básica. De ahí la relevancia de tener empleos de calidad, dado que en Chile las personas tienen que endeudarse para complementar los salarios”.
Para este 2019 la CEPAL proyectó en nuestro país un crecimiento superior al 3,3 por ciento, sin embargo, tales expectativas no se están viendo reflejadas en la creación de empleo estable.