Surgió en 1951 y actualmente agrupa a 145 colectividades a nivel mundial. La Internacional Socialista, organización de partidos socialdemócratas, socialistas y laboristas, ha adquirido, durante las últimas semanas, mayor notoriedad pública a raíz de diversas decisiones y declaraciones.
Una de ellas fue de determinación de expulsar de sus filas al Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), partido del presidente nicaragüense Daniel Ortega, quien desde hace algunos meses ha sido cuestionado por la comunidad internacional debido a los tintes autoritarios que ha tomado su gobierno.
Simultáneamente, la Internacional emitió una declaración en la que, a diferencia de todos los organismos internacionales, calificaron al Gobierno de Nicolás Maduro como una “tiranía” y reconocieron la legitimidad de Juan Guaidó como presidente encargado de Venezuela.
Y pese a ser considerado como el principal organismo de izquierda a nivel mundial, entre sus socios están ausentes varios de los partidos de esa corriente ideológica, tanto en nuestra región, como en el resto del orbe.
Es así como en el listado no figura el PT brasileño, ni el Partido Justicialista argentino. Del Frente Amplio uruguayo sólo está presente el partido “Nuevo Espacio”.
De Perú se encuentra el Partido Aprista, ligado a la centro-derecha, mientras que en México sólo destaca el Partido Revolucionario Institucional, que ha sido ubicado en el mismo sector político.
En el caso de Venezuela, los tres principales partidos opositores a Maduro son los únicos que aparecen en el listado, incluyendo “Voluntad Popular” de Juan Guaidó.
En Chile, son integrantes de la Internacional Socialista el Partido por la Democracia (PPD), el Partido Socialista(PS), y el Partido Radical (PR), fuerzas políticas que han sido criticadas por su rol en la profundización del modelo neoliberal durante los gobiernos de la Concertación.
En conversación con Radio Universidad de Chile, el analista internacional, Mladen Yopo, explicó que la Internacional Socialista surge a partir de los países no alineados en medio de la disputa ideológica del capitalismo y los regímenes socialistas.
Según señala, la organización “apunta a un cambio sobre la base del rescate a la democracia, de rescate de ciertos valores y principios básicos, pero no desde la perspectiva capitalista, aunque tampoco en un régimen que de alguna forma representó la internacional comunista en un momento determinado”.
Respecto de la ausencia de algunas fuerzas políticas más relevantes del progresismo a nivel mundial, el profesor de la Academia Nacional de Estudios Políticos y Estratégicos argumentó que muchos de los miembros de la Internacional Socialista son colectividades tradicionales, por esa razón, se explica que partidos como el PRI de México estén incluidos, a diferencia, por ejemplo, del partido de AMLO.
“Son partidos nuevos, es como el Frente Amplio hoy día. El Frente Amplio no está, a pesar de que muchos de sus miembros podrían estar en la Internacional Socialista por sus concepciones, como Revolución Democrática. Entonces, más bien lo que hizo es agrupar a los viejos partidos, a la izquierda democrática”.
Asimismo, agregó que muchos de los partidos que no participan de la agrupación, no sólo son nuevos, sino que son partidos, que “no consideran a la Internacional Socialista como referente, la Internacional Socialista es muy amplia, donde hay sectores que vienen desde una concepción un poco liberal hasta partidos marxistas, entonces, no la consideran una internacional ideológica o alineada con sus principios, y muchos partidos la consideran una cosa innecesaria que no juega mayor papel como lo jugó en el siglo pasado hasta principio de los noventa. No hay una concepción que la considere como un instrumento útil”.
Un ejemplo de ello, es el Partido Socialista uruguayo, que en 2017 decidió desafiliarse de la Internacional argumentando, entre otras cosas, su disconformidad con la incorporación de nuevas organizaciones, lo que “diluyó al máximo su identidad socialista, asumiendo incluso posturas cada vez más lejanas a perspectivas de izquierda”.
¿Fundar un nuevo internacionalismo?
Para el analista político y académico de la Universidad de Chile, Ernesto Águila, “la Internacional Socialista debiera ser superada en una nueva instancia que dé cuenta de los verdaderos actores políticos y sociales de izquierda hoy. Es más interesante la iniciativa de Sanders y Varoufakis de la Internacional Progresista. Se ve más actual y dinámica”.
Desde su perspectiva, “hoy resulta más necesario que nunca una red internacional política y social que permita articular respuestas supranacionales, sin embargo, la Internacional Socialista es una instancia burocratizada y obsoleta que no responde a estos requerimientos de la política de hoy”.
En esa línea, agregó que “lo principal es construir por parte de la izquierda y de los movimientos sociales una capacidad de respuesta global. El paro del 8 de marzo del movimiento feminista es una experiencia interesante en ese sentido. También debieran ser capaces de articular respuestas así desde el mundo de los trabajadores y ambiental. En todas estas iniciativas la Internacional Socialista está ausente o su presencia es irrelevante. Hay que fundar un nuevo internacionalismo. La vieja idea del internacionslismo está más vigente que nunca, pero hay que crear nuevos instrumentos para ello”.