Más de 15 mil hectáreas ha consumido el fuego en el sector de Colonia Sur, en la comuna de Cochrane, región de Aysén. El incendio que ha sido uno de los más grandes de esta última temporada, causó varias rencillas políticas, pues desde la región las autoridades locales acusaron que los recursos eran insuficientes y que existió poca preocupación en un inicio para detener las llamas, lo que provocó que se propagaran y el incendio avanzara sin control.
Durante los últimos días, las condiciones climáticas de la zona han sido de gran ayuda para poder bajar la intensidad del siniestro, y poco a poco la situación parece avanzar hacia el control.
Diario y Radio Universidad de Chile conversó con Peter Hartmann, presidente del Comité Nacional Pro Defensa de la Flora y Fauna de Aysén, Codeff, quien señaló que “el desastre fue tremendo”, pues hay mucha biodiversidad involucrada, a lo que se suma que muchas personas del sector vieron dañados sus predios por el avance del fuego.
“Esa zona era de una tremenda hermosura, y se puede decir que tenía un gran valor paisajista y biológico, y el biológico es principalmente porque hay un borde de los ríos con el bosque y ahí había vida. En ese borde de rió hay muchos humedales y en primavera hay una zona de reproducción de aves tremenda, de las más importantes de la región, y esperamos que no se haya afectado demasiado”, dijo.
Además, Hartmann criticó la tardía reacción que hubo frente a esta emergencia, y señaló que mientras el fuego solo afectó a la biodiversidad no hubo preocupación por apagarlo, sino que solo existió real alarma cuando se dieron cuenta que se podía ver afectada la población.
“Cuando llevábamos 6500 hectáreas se pusieron las pilas. El incendio pasó por encima del rió Baker, el mayor río de Chile, que tiene por lo menos 50 metros de ancho, es algo increíble y ahí debería haber habido una tremenda fuerza apagadora para evitar que el fuego siguiera, pero no se hizo nada”, comentó.
“Los incendios en lugares apartados de acá dan lo mismo, y si ocurren en lugares protegidos tampoco importa, lo que importa parece es los lugares donde está la gente porque hay votos de por medio, se patalea más (…) Se pusieron las pilas cuando se politizó el tema y cuando los camiones estaban listos para evacuar a la población”, agregó.
La dificultad de la reforestación
Respecto del proceso que se deberá enfrentar una vez que se logre terminar con el fuego, el presidente de la filial de Codeff en Aysén dijo que no será una tarea fácil, pues no solo depende de cómo la acción humana intervenga en el proceso, sino que las condiciones climatologías y los animales también influirán en esto.
Peter Hartmann señaló que es probable que la pradera se pueda recuperar en 2 años, pero en lo que refiere a la vegetación de las pendientes y al crecimiento de los árboles, eso será un proceso más lento, ya que la erosión en esos sectores es bastante.
“Habría que hacer un esfuerzo bastante grande en tirar semilla de notro, que es un colonizador, tal vez alguna otra planta nativa, hay que excluir el ganado de todo lo que es el bosque para que se pueda recuperar, lo que es una tarea bastante compleja porque los ganaderos están instalados al lado. Es una labor de largo aliento, políticamente poco vistosa y que a los gobiernos no les interesa demasiado, pero a nosotros sí”.
Además, indicó que el viento también influirá en el proceso, por lo que una buena idea sería plantar un cortaviento, y dejar que el resto de flora pueda surgir de forma natural.
En lo que refiere a las especies, el presidente de Codeff explicó que también se debe seleccionar con cautela qué se va a reforestar, pues no todas los árboles se desarrollan en las mismas condiciones. “Cambien se debe ver que especies se usan, además de esa obsesión con plantar pinos, que acá crecen más lento que los nativos y no tienen mucho sentido, son más susceptibles a los incendios. En nativos se deben escoger las especies, porque, por ejemplo, las lengas son delicadas y hay que plantar varias y protegerlas del viento”.
Agregó que la zona del incendio es muy seca, lo que también influyó en este siniestro, y que es probable que durante el primer verano se deba hacer un esfuerzo de riego para asegurar el desarrollo natural y que luego las especies puedan continuar su desarrollo natural.
Por otra parte, Peter Hartmann recordó que Chile, en su adhesión al Acuerdo de París hizo un compromiso con el aumento de los bosques, por lo que las medidas que se tomen luego de este incendio demostrarán si se avanza o no con el cumplimiento de lo ofrecido.
Según informa Conaf es su sitio web, “nuestro país se compromete al manejo sustentable y recuperación de 100 mil hectáreas de bosque y también a forestar 100 mil hectáreas, principalmente nativo, que contribuirá a capturas y reducción de Gases de Efecto Invernadero, a partir del 2030”.
El presidente de Codeff dijo que “lo que ha estado pasando en los últimos años es todo lo contrario, solo se han estado quemando, entonces cómo vamos a hacer para cumplir con ese compromiso internacional. Aquí hay un buen lugar para dar el ejemplo. Se puede hacer un proyecto ejemplar en restauración de bosques en este lugar”.
Respecto de los recursos que será necesario se destinen para este proceso, Hartmann aseveró que “el Estado de Chile se va tener que meter la mano a los bolsillos por el compromiso que hizo en el Acuerdo del Cambio Climático, si no que cifras vamos a mostrar de bosques, de plantación de bosques si lo único que podemos mostrar son bosques quemados”.