Teresa Valdés: "La propuesta feminista es revolucionaria y subversiva"

A pocos días de la Huelga General Feminista, en entrevista con el director de Radio y Diario Universidad de Chile, Patricio López, la socióloga Teresa Valdés afirmó que "el cambio del ambiente cultural hace que en la actualidad este 8 de marzo se dé en condiciones extraordinariamente distintas".

A pocos días de la Huelga General Feminista, en entrevista con el director de Radio y Diario Universidad de Chile, Patricio López, la socióloga Teresa Valdés afirmó que "el cambio del ambiente cultural hace que en la actualidad este 8 de marzo se dé en condiciones extraordinariamente distintas".

En marco de la conmemoración del día internacional de la mujer trabajadora este 8 de marzo, Radio Universidad de Chile conversó sobre el movimiento feminista y su historia con la socióloga e investigadora, Teresa Valdés.

Para la socióloga “la propuesta feminista es revolucionaria y subversiva en el sentido de que busca cambiar el conjunto del funcionamiento de la sociedad. En lo económico, en lo político, en lo cultural, al modelo de sociedad que queremos”.

“Es terminar con la discriminación, es construir la igualdad, es eliminar esta visión binaria de que sólo existen hombres y mujeres. Existe la diversidad sexual, existen otras maneras de ser, que han existido siempre pero que las hemos oprimido, entonces es un grito libertario y es un grito igualitario para el conjunto de la sociedad, por eso es tan importante el movimiento feminista”, añadió.

Respecto de la Huelga General Feminista que se desarrollará el viernes, Teresa Valdés afirmó que lo más interesante es la sensación de que son muchas las mujeres quienes saldrán a las calles a visibilizar sus demandas. “Hay una sensación de que se ha cambiado el ambiente cultural acerca de una serie de prácticas, sobre qué es el machismo, de lo qué es la educación sexista, de lo qué es la violencia y el acoso sexual. El cambio del ambiente cultural hace que en la actualidad este 8 de marzo se dé en condiciones extraordinariamente distintas. Muchas mujeres se sienten convocadas y con ganas de salir a la calle. Hay un nivel de activación que es distinto al del año anterior, aunque siguen siendo las mismas demandas y necesidades, pero hay una fuerza que se ha acumulado a lo largo del año.  ”

Sobre la discusión acerca de la participación de los hombres en la movilización feminista la socióloga aseguró que como nunca antes hay una voluntad y un deseo de hombres de sintonizar, de entender y de colaborar. Sin embargo, “lo que corresponde a los hombres es adherir desde fuera y no ejercer un liderazgo adentro, pero esto también pasa en muchos otros espacios, como los familiares, donde sigue existiendo resistencia. Por supuesto que es amenazante que las mujeres de pronto estemos empoderadas, que no aceptemos muchas cosas, lo genera para algunos grupos una sensación de ¿ahora qué? ¿qué nos va a pasar?”.

La histórica lucha feminista en Chile

“El movimiento  de mujeres tiene una historia larguísima, lo que pasa es que tiene momentos de visibilidad y momentos de latencia. Y, lo que estamos viviendo hoy, claramente es una tercera ola, algunos hablan que es la cuarta porque se sitúan digamos desde la revolución francesa en adelante, y en el fondo es una continuidad muy grande de una serie de demandas”, explicó Teresa Valdés.

Y agregó que “si tu comparas las demandas del movimiento sufragistas chileno con el MEMCH en el año 35′  resulta conmovedor, porque las demandas eran las mismas a las de ahora: económicas, políticas, sociales, de derechos sexuales y reproductivos”.

No obstante, señaló que durante dictadura, debido al contexto político, era imposible avanzar y luchar por otras demandas “pero si pudimos decir democracia en el país y en la casa. Lo que fue muy difícil, porque la verdad, luego no hubo traspaso de poder a la hora de la llegada a la democracia”.

De acuerdo a la socióloga,  pese a la creación del Servicio General de la Mujer y el logro de algunas reivindicaciones , “las mujeres quedaron fuera de lo que fue la transición y cómo se repartía el poder”.

¿Es el feminismo un movimiento de élite?

Teresa Valdés explicó desde su experiencia que “en tiempos de la dictadura el movimiento era absolutamente transversal, las pobladoras formaron parte fundamental de todo lo que hicimos en las calles. Era imposible tener un movimiento como el que se tuvo en los 70′ y 80′ sin la presencia absolutamente transversal de mujeres de todos los sectores: campesinas, pobladoras, las distintas coordinadoras”.

“Una reivindicación como el fin de la violencia surge del Movimiento de Mujeres Pobladoras de la zona norte Santiago, el Momupo, con dirigentas quienes en su contexto de comedores infantiles evidenciaron que todas sufrían violencia”, añadió.

A su juicio, esta idea de que el feminismo es de la élite social, es una forma de quitarle fuerza y prestigio a esta lucha, pues, para Teresa Valdés, el cambio social implica hacerse cargo de las desigualdades más brutales, entre ellas, la discriminación entre hombres y mujeres.

“Todas las mujeres viven experiencias de discriminación, de desigualdad, de sobre carga de trabajo, de cuidado, de no poder insertarse en el mercado laboral, de no poder acceder a estudios, lo viven todas las mujeres, no es un tema de la élite”.





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