Nicolás Molina, quien codirigió el documental Los Castores en 2014, está detrás de Flow, ensayo visual en el que el cineasta observa la conexión humana y morfológica entre dos ríos opuestos en el mapa: el Ganges en la India y el Biobío en Chile.
En la película, Molina observa a los habitantes de estas tierras desoladas, como los Sadhus del Himalaya y los Pehuenches en Chile; para denunciarlos daños industriales de cada zona. Del mismo modo, la película dará cuenta las ceremonias religiosas de cada cultura.
Tras proyecciones en los festivales de Guadalajara, Sheffield y Sanfic, donde obtuvo el premio a Mejor Película Nacional, el largometraje se estrena en salas chilenas el próximo jueves 28 de marzo.
Para el director, los ríos son arterias de vida porque atraen seres humanos a sus riberas. Después de todo, nadie puede vivir sin agua. Así, en un espacio audiovisual y mental, el Biobío y el Ganges se unen en un único flujo.
“El año 2015 tuve la oportunidad de hacer un largo viaje por la India”, cuenta Nicolás Molina. “Al estar en la aldea de Mukhawa, primer poblado del río Ganges en los Himalayas, me di cuenta del notorio parentesco a los habitantes de la precordillera en Chile. A nivel territorial lo mismo. La estructura de esta cadena montañosa y la manera en que ha sido habitada, dio la fuerza discursiva para tomar la decisión de hacer una obra cinematográfica y cambiar el propósito de aquel viaje. De esta manera, durante dos meses, registré el río Ganges desde su nacimiento en el glaciar de Gangotri, hasta su desembocadura en la bahía de Bengal”.
“Dado lo anterior, el documental se propone replicar el mismo proceso exploratorio, a través de un río trascendental en la cultura e historia de mi país: el Biobío en la Octava Región. A través de este filme, y por medio del empate de ambas culturas, buscamos visibilizar de manera poética y lúdica, la forma en que la sociedad chilena habita su territorio. Construyendo comparaciones y contrastes, accederemos desde una nueva perspectiva a nuestras costumbres y conductas, narrando la relación indisoluble que algunos habitantes del planeta tienen con los elementos de la naturaleza. A través de la observación se plantearán las siguientes interrogantes: ¿Cuál es nuestra relación con los recursos humanos y naturales de Chile? ¿De qué forma esta condición nos conecta con el resto del planeta?”.
El director agrega: “El juego de espejos entre ambos ríos tiene como finalidad alcanzar una dimensión narrativa, no desprovista de humor, en la cual podamos mirarnos como seres humanos con una distancia que no es frecuente. Los comportamientos para hacer frente a la lucha por la sobrevivencia, son parte de una batalla instintiva por incorporarse al ecosistema. Naturalizando la lucha por la adaptación, generaremos estructuras dramáticas alrededor de los conflictos internos de cada uno de los personajes a lo largo del río. En la suma, el objetivo será lograr una perspectiva de los personajes que incluya más que su carácter individual, y haga presente su dimensión humana, ejemplares de una especie que forma parte de un sistema mayor que los abarca”.
La película se estrenará en Santiago, Viña del Mar, Iquique, Talca, Constitución, Chillán, Puerto Varas, Puerto Montt, Coyhaique.