Luego de una reñida aprobación en la Cámara Baja, el proyecto de ley que ratifica el Tratado Integral y Progresista de Asociación TranspacÃfico pasará a segundo trámite legislativo y se enfrentará al Senado. Pero antes de ser votado por el pleno de la Cámara Alta, deberá sortear una instancia que muchas veces ha sido subestimada y pasada por alto por el Gobierno, pero que, de hecho, resulta fundamental para la discusión de proyectos que abarcan diversas aristas: las Comisiones.
Fue justamente en esta instancia de la Cámara de Diputados en donde surgieron las primeras crÃticas al acuerdo conocido como TPP-11 que suscribió el gobierno de Michelle Bachelet. Mientras las comisiones de Relaciones Exteriores y Hacienda recomendaron su aprobación -esta última tras una única sesión de apenas tres horas de debate-, en las de Trabajo y de Agricultura prevaleció el rechazo. A la segunda Comisión también le dieron una sesión -que finalmente se dividió en dos- para discutir un documento de más de 900 páginas y 28 capÃtulos, recibir a las decenas de organizaciones sociales que querÃan exponer sus puntos de vista y formarse una opinión respecto de las consecuencias que éste puede tener en materia del agro.
Es por esto que la diputada de la Federación Regionalista Verde Social y presidenta de la comisión antes mencionada, Alejandra Sepúlveda, de manera reiterada insistió en aprovechar otras instancias para nutrir la discusión respecto de un tratado que, por su rápida tramitación, ha generado más dudas que certezas.
En conversación con Radio Universidad de Chile, la parlamentaria del distrito 16, en la región de O’Higgins, lamentó cómo se dio el trámite en su Cámara y fue enfática en la importancia que tiene el trabajo en las comisiones.
“Estudiar en profundidad, por lo menos, en unas tres o cuatro sesiones lo que tiene que ver con esos tratados. Colocar invitados, ver lo que piensan las universidades, los propios interesados, los expertos en relación, por ejemplo, a propiedad intelectual. No es posible que perdamos la posibilidad de escuchar a los expertos por la rapidez con la que nos hace legislar el Ejecutivo”, lamentó la diputada.
En esta ocasión, no todos los diputados pudieron escuchar las presentaciones en que las organizaciones sociales argumentaron en contra de la ratificación del TPP-11. Tampoco todos los parlamentarios recibieron a los ejecutivos y empresarios que celebraban las virtudes de este compromiso internacional.
Finalmente, cada comité eligió a quién escuchar y Alejandra Sepúlveda, pese a haber perdido la votación, aseguró estar en el bando correcto.
“Yo creo que hay dos tipos de actores, los que van a sufrir con el problema y los que se van a beneficiar. Y los que se van a beneficiar, que son fundamentalmente las grandes empresas del paÃs o las exportadoras, ellos fueron escuchados por otros grupos de parlamentarios y fueron los parlamentarios que ganaron”, sostuvo.
Es por esto que la diputada pide que para los próximos pactos a revisar en el Congreso se lleve a cabo la misma metodologÃa que se ha adoptado antes para analizar otros acuerdos que, por su importancia, lo han ameritado.
La idea que propone Sepúlveda es que forme una comisión especializada que los revise y que éstos pasen por todas las comisiones de la Cámara que les sean pertinentes, dejando atrás la tramitación rápida y la presión impuesta por el Ejecutivo.
“Es una propuesta que nosotros ya hemos hecho y ya la hemos implementado, por lo menos, en dos ocasiones: con el tratado de libre comercio con Estados Unidos y con el acuerdo complementario con la Unión Europea”, señaló la parlamentaria. “Vienen ahora varios tratados internacionales, el de Gran Bretaña y el segundo tratado de modificación con la Unión Europea. Entonces, nosotros no podemos ser buzones del Ejecutivo y decir a todo que sà sin, efectivamente, revisarlo”, agregó a Radio Universidad de Chile.
Frente a lo que se viene, la diputada se mostró optimista y no descartó un desenlace histórico en el que la Cámara Alta rechace un tratado internacional aprobado por la Cámara Baja.
“Creo que tenemos que aprender de esto y yo espero que el Senado tenga un nivel de reflexión, de capacidad de invitar, de conocimiento y de tiempo para tramitar de la mejor forma el tratado”.
– ¿Usted cree que se puede dar eso?
“Yo espero que sÃ, o sea, una nunca puede perder la esperanza. Yo espero que sà y que, con esa fórmula, quizás podamos llegar a esto que nunca se ha dado, que una Cámara apruebe y la otra rechace un tratado internacional, pero bueno, podrá ser la primera vez”, vaticinó.