“Es muy bueno, pero el nombre Rapa Nui ya lo tienen”.
Así se refirió la cultora rapa nui y nieta del primer catequista de la isla, Isabel Pakarati, respecto al cambio de la denominación de Isla de Pascua por Rapa Nui – Isla de Pascua, aprobada el pasado martes en el Senado.
Este es un tema que es imposible no analizarlo desde una dimensión histórica, pero también de impacto social sobre los que habitan la isla ubicada a 3.700 kilómetros de la costa chilena y que ha exigido desde siempre la preservación de su identidad. Un tema determinante en el tratado que el Estado chileno firmó con los isleños 1888.
El resumen de la historia tiene que ver con el nombre Policarpo Toro, un militar chileno que viajó por primera vez a la isla en 1875 con fines científicos, pero que posterior a la Guerra del Pacífico regresó para comprobar si las condiciones para reclamar este espacio eran favorables para Chile.
Así, llegamos al tratado que se firmó con el rey Atamu Tekena y que entregaba a Chile la soberanía en el territorio, pero no la tierra en sí misma, una concepción propia de los habitantes de la isla y que es defendida hasta el día de hoy.
En ese sentido, la abogada especialista en derechos indígenas, Nancy Yáñez, conversó con Diario y Radio Universidad de Chile y explicó que la única soberanía cedida al Estado de Chile en dicho tratado corresponde a las relaciones internacionales y que el pueblo de Rapa Nui está a la expectativa del cumplimiento cabal de lo acordado.
“Para ellos, la denominación que reconoce su identidad es la de Rapanui. Isla de Pascua denota la colonización, es el nombre que se adjudicó a la isla producto de la llegada de un barco holandés con pretensiones coloniales el día de pascua de resurrección”, comentó Yáñez.
Para la especialista en derechos indígenas, la constitución chilena establece que los límites de la soberanía son los derechos de los pueblos colonizados reconocidos internacionalmente y que, en este caso, el Estado estaría obligado a garantizar la autodeterminación del pueblo Rapa Nui.
Una voz autorizada para analizar la situación es la cultura rapa nui y nombrada tesoro vivo humano en el 2017, Isabel Pakarati, reconoce un esfuerzo del Gobierno por pensar en la implicancia del nombre Isla de Pascua, una denominación que, según Pakarati, suena “a lo que ellos quieren y toman”.
“Los Rapa Nui tienen su propio nombre, que es Te Pito o Te Henua. Ese nombre es muy antiguo, desde que llegaron con Hotu Matu’a está ese nombre y quedó así porque es el nacimiento del mundo entero, está en el Océano Pacífico y no hay ningún país al lado”, sentenció Pakarati.
Sin embargo, esta mirada no es del todo compartida por el alcalde de Rapa Nui, Pedro Pablo Edmunds. En conversación con este medio, Edmunds reconoce la iniciativa legislativa, pero está en desacuerdo con la forma en la que se ha llevado a cabo y que terminó por generar el nombre compuesto Rapa Nui – Isla de Pascua.
El alcalde mencionó también que lejos de los cambios técnicos en cuanto a papelería, por ejemplo, lo que más se ve afectado es la identidad y la dignidad de un pueblo que no pretende reclamar independencia, sino reconocimiento. Además, según Edmunds, existió una falla aún más grave en todo este proceso.
“Dicen que ha habido una carta del Consejo de Ancianos que solicitaba eso. Yo conozco muy bien al presidente del consejo porque es mi hermano y yo sé que mi hermano no leyó esa carta. Tampoco alguien le ha definido qué significa cambiar a un nombre compuesto”, criticó Edmunds.
Según aseguró la cultora y practicante de kai kai, su posición es personal, pero que también es compartida por la comunidad Rapa Nui. “Es como revivir en otro tiempo”, aseguró respecto al cambio de denominación, un gesto que en opinión de Nancy Yáñez, sí tiene un impacto social importante entre los isleños.
“La comunidad lo valora, pero le da su justa dimensión. En el marco del ejercicio de la autodeterminación esta es la mínima expresión. La libre determinación implica plenos derechos territoriales y derechos políticos que obviamente no guardan relación con este acto simbólico”, señaló la experta.
Finalmente, Yáñez, recordó que en la actualidad aún existe un dominio cultural en territorio Rapa Nui, que es ejercido por las instituciones del Estado en la isla. Según la abogada la deuda del Estado con dicha comunidad aún persiste. “Se ha impuesto un orden legal e institucional que sin duda ha alterado las formas de organización del pueblo rapa nui”, aseguró Yañez.