Mientras que en la capital de Francia, la manifestación de los “chalecos amarillos” se ha desarrollado con tranquilidad y sin mayores incidentes, en el interior del país la situación no ha sido la misma. Las ciudades de Lyon y Nantes habían sido elegidas por los chalecos amarillos como el centro de las manifestaciones.
En Lyon, donde unas 2500 personas salieron a protestar, se registraron los primeros enfrentamientos entre la Policía y los manifestantes cuando estos últimos lanzaron piedras y botellas contra los primeros. Los policías respondieron con varias bombas lacrimógenas para restablecer el orden.
De acuerdo a la jefatura policial, se trataría de “elementos radicales violentos, enmascarados, ocultos, que se esconden detrás de las banderolas“. Por el momento, no se tiene una cifra de los heridos ni del lado de la Policía ni del lado de los manifestantes.
Baja en la participación
Hace una semana, el balance del Ministerio del Interior daba unos 19 mil participantes en todo el territorio francés, mientras que las cifras de los organizadores de las protestas anunciaban más de 40 mil participales. En ambos casos, la participación más baja desde el 17 de noviembre. Estas cifras son también inferiores respecto a las de la movilización del 1 de mayo o de la huelga de funcionarios públicos, el jueves pasado.