Las autoridades nicaragüenses liberaron a 50 opositores que estaban presos por participar en las protestas contra el presidente Daniel Ortega.

La medida llega luego de que el sábado el Congreso de Nicaragua aprobara una cuestionada Ley de Amnistía para quienes hayan participado en las manifestaciones a partir del 18 de abril del 2018, cuando estallaron las protestas.

Entre los liberados está la líder estudiantil y activista proderechos trans, Victoria Obando, que estuvo presa nueve meses en una cárcel de hombres: “Nos quedamos con la preocupación de que nuestros compañeros todavía quedan presos. Vamos a terminar de organizarnos como sociedad civil, vamos a promover la unión de todos los sectores sociales y políticos para sacar adelante a nuestro país mediante la mesa del diálogo y las exigencias del pueblo”, explica.

“Necesitamos tener un país con justicia, con libertad y con democracia”, enfatiza Obando.

La amnistía es cuestionada por organismos de derechos humanos porque evita que los responsables de muertes o represión sean juzgados. La breve ley, que sólo tiene cuatro artículos, es amplia ya que se aplica a las personas que no han sido investigadas, a quienes están en proceso de investigación y también a quienes ya cumplen sentencia.

Según Elvira Cuadra, experta en seguridad, “es el argumento que protegería o garantizaría la impunidad de los civiles que han conformado los grupos paraestatales y que han actuado a favor del gobierno y en contra de los manifestantes o de los integrantes del movimiento cívico. Ninguno de ellos ha sido investigado y quedarían cubierto por esta ley de amnistía”.

La oposición estima que cerca de 800 personas fueron encarceladas por apoyar las marchas, aunque el gobierno ha dicho que son unas 350.