La situación ya está totalmente descontrolada. El día empezó temprano, con enfrentamientos por la mañana, pero hacia las nueve de la noche, los manifestantes consiguieron entrar al Parlamento, rompiendo los cristales de la entrada.
Invadieron completamente el edificio y llegaron al hemiciclo donde están ahora. Una vez dentro, los manifestantes exhibieron una bandera de la época británica.
Al parecer, piensan quedarse a pasar la noche, y se están organizando para hacer frente a la policía, si es que actúa. Están listos 5.000 policías antidisturbios pero por ahora no han entrado en acción y no se sabe realmente cómo responderá el gobierno ante este caos. Los manifestantes dicen que, pase lo que pase, seguirán manifestándose hasta conseguir que renuncie la jefa de Gobierno, Carrie Lam.
Por otra parte, el cortejo oficial marchó en un ambiente tranquilo. Al final del día, algunos de los participantes acudieron al Parlamento para apoyar a los estudiantes.
La erosión de las libertades
El movimiento, que empezó con el rechazo del proyecto de ley de extradición, se ha ampliado a una denuncia generalizada de la acción del gobierno, en el que la mayoría de los hongkoneses ya no confían. Tienen la impresión de que ha permitido, o incluso fomentado, la erosión de sus libertades por parte de Pekín.
En cada aniversario de la retrocesión de Hong Kong a China, los demócratas se manifiestan para poner de relieve sus reivindicaciones democráticas, incluida la elección del jefe del Ejecutivo por sufragio universal. En los últimos años, estas manifestaciones fueron muy importantes.
La manifestación de este año tiene lugar en un contexto de cólera por el proyecto de ley de extradición y por la violencia policial. Los manifestantes también exigen la dimisión de Carrie Lam, y que se ponga fin al procesamiento de sus compañeros detenidos en las últimas semanas.
La situación ya está totalmente descontrolada. El día empezó temprano, con enfrentamientos por la mañana, pero hacia las nueve de la noche, los manifestantes consiguieron entrar al Parlamento, rompiendo los cristales de la entrada.
Invadieron completamente el edificio y llegaron al hemiciclo donde están ahora. Una vez dentro, los manifestantes exhibieron una bandera de la época británica.
Al parecer, piensan quedarse a pasar la noche, y se están organizando para hacer frente a la policía, si es que actúa. Están listos 5.000 policías antidisturbios pero por ahora no han entrado en acción y no se sabe realmente cómo responderá el gobierno ante este caos. Los manifestantes dicen que, pase lo que pase, seguirán manifestándose hasta conseguir que renuncie la jefa de Gobierno, Carrie Lam.
Por otra parte, el cortejo oficial marchó en un ambiente tranquilo. Al final del día, algunos de los participantes acudieron al Parlamento para apoyar a los estudiantes.
La erosión de las libertades
El movimiento, que empezó con el rechazo del proyecto de ley de extradición, se ha ampliado a una denuncia generalizada de la acción del gobierno, en el que la mayoría de los hongkoneses ya no confían. Tienen la impresión de que ha permitido, o incluso fomentado, la erosión de sus libertades por parte de Pekín.
En cada aniversario de la retrocesión de Hong Kong a China, los demócratas se manifiestan para poner de relieve sus reivindicaciones democráticas, incluida la elección del jefe del Ejecutivo por sufragio universal. En los últimos años, estas manifestaciones fueron muy importantes.
La manifestación de este año tiene lugar en un contexto de cólera por el proyecto de ley de extradición y por la violencia policial. Los manifestantes también exigen la dimisión de Carrie Lam, y que se ponga fin al procesamiento de sus compañeros detenidos en las últimas semanas.
La situación ya está totalmente descontrolada. El día empezó temprano, con enfrentamientos por la mañana, pero hacia las nueve de la noche, los manifestantes consiguieron entrar al Parlamento, rompiendo los cristales de la entrada.
Invadieron completamente el edificio y llegaron al hemiciclo donde están ahora. Una vez dentro, los manifestantes exhibieron una bandera de la época británica.
Al parecer, piensan quedarse a pasar la noche, y se están organizando para hacer frente a la policía, si es que actúa. Están listos 5.000 policías antidisturbios pero por ahora no han entrado en acción y no se sabe realmente cómo responderá el gobierno ante este caos. Los manifestantes dicen que, pase lo que pase, seguirán manifestándose hasta conseguir que renuncie la jefa de Gobierno, Carrie Lam.
Por otra parte, el cortejo oficial marchó en un ambiente tranquilo. Al final del día, algunos de los participantes acudieron al Parlamento para apoyar a los estudiantes.
La erosión de las libertades
El movimiento, que empezó con el rechazo del proyecto de ley de extradición, se ha ampliado a una denuncia generalizada de la acción del gobierno, en el que la mayoría de los hongkoneses ya no confían. Tienen la impresión de que ha permitido, o incluso fomentado, la erosión de sus libertades por parte de Pekín.
En cada aniversario de la retrocesión de Hong Kong a China, los demócratas se manifiestan para poner de relieve sus reivindicaciones democráticas, incluida la elección del jefe del Ejecutivo por sufragio universal. En los últimos años, estas manifestaciones fueron muy importantes.
La manifestación de este año tiene lugar en un contexto de cólera por el proyecto de ley de extradición y por la violencia policial. Los manifestantes también exigen la dimisión de Carrie Lam, y que se ponga fin al procesamiento de sus compañeros detenidos en las últimas semanas.
