Este jueves, el Primer Ministro británico Boris Johnson solicitó al Parlamento el apoyo a su propuesta de salida de la Unión Europea.
El nuevo acuerdo promovido por el líder de los conservadores busca el “alineamiento regulatorio” de Irlanda del Norte con el mercado único hasta el 2025, sin embargo, la mantiene fuera de la unión aduanera.
Johnson expresó ante la Cámara de los Comunes que su plan para la salida de Reino Unido de la Unión Europea es “un genuino intento de evitar el abismo”.
“Hemos demostrado una gran flexibilidad en orden a alcanzar un arreglo con nuestro amigos europeos y alcanzar la resolución que todos anhelamos. Si nuestros vecinos europeos no exhiben la voluntad para alcanzar un acuerdo, entonces debemos dejar la Unión europea el 31 de octubre sin acuerdo”.
En su discurso, el Primer Ministro aseguró que no se crearán nuevas infraestructuras fronterizas entre las dos Irlandas, pero no explicó cómo se evitará la necesidad de implantar controles aduaneros sin que ello afecte los preceptos de los Acuerdos de Paz del Viernes Santo y que constituyen los principales reparos a su plan.
Johnson, que se mostró más moderado que en anteriores intervenciones, reiteró la necesidad de la Gran Bretaña de avanzar en el Brexit y volver a discutir temas de política interna.
“Espero que la Cámara pueda unirse en torno al interés nacional y respalde este nuevo acuerdo para abrir un nuevo capítulo de amistad con nuestros vecinos y avanzar en las prioridades internas que incluyen educación, infraestructura y nuestro sistema de salud”.
Las propuestas del líder tory generaron el inmediato rechazo de los laboristas que las consideran peores que las medidas intentadas por Theresa May. Por su parte el Parlamento Europeo consideró que este nuevo acuerdo del gobierno británico es inaceptable. Así lo expresó Guy Verhofstadt, eurodiputado y presidente del comité del Brexit quien señaló que lo que postula el Premier británico “se trata principalmente de reempaquetar las malas ideas que ya se han presentado en el pasado y que con ellas será casi imposible que ambas partes alcancen un acuerdo”.
Este jueves, además, el portavoz del Partido Conservador en Westminster, Jacob Rees-Mogg, confirmó la intención del Gobierno de volver a suspender el Parlamento el martes 8 de octubre, alegando “razones logísticas, técnicas y de seguridad” en orden a la preparación del tradicional Discurso de la Reina el próximo 14 de octubre.
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