Por más de 80 años, el ex Teatro Municipal de San Bernardo ha sido parte del imaginario colectivo de la comuna: su imponente fachada azulina aún permite rememorar las funciones de cine mudo, los espectáculos teatrales exhibidos durante la segunda mitad del siglo XX y las graduaciones protagonizadas por estudiantes de cuarto medio a principios de los años 80.
Por ello, un grupo de vecinos reunidos en la Asociación Cultural Egregora, encabezada por el artista Arturo Zuloaga, inició una campaña con el objetivo de recuperar el inmueble construido entre 1934 y 1938 por quien fuera el primer presidente del Colegio de Arquitectos, Alberto Risopatrón.
El propósito del colectivo es convertir el teatro en Monumento Histórico, sobre todo, de cara a la conmemoración del bicentenario de la comuna que se festejará en 2021.
“Nuestra preocupación es que celebraremos 200 años de vida y no tenemos ni un teatro, ni una pinacoteca ni un museo”, comentó Arturo Zuloaga, quien, además, el lunes 14 de octubre asistió a la comisión de Cultura de la Cámara de Diputados para exponer el proyecto de salvaguarda.
“Ojalá podamos celebrar con este rescate, porque, paulatinamente, algunos edificios simbólicos de la comuna como la Maestranza o el Gimnasio Ferroviario, que son lugares muy importantes, se han perdido: la Maestranza se está convirtiendo en un mall y el Gimnasio fue comprado por una iglesia evangélica. Entonces, como Asociación queremos poner en valor el teatro y declararlo patrimonio comunal”, dijo.
Esta no es la primera vez que los vecinos de la comuna intentan rescatar el inmueble: ya en 2013 un grupo de gestores culturales, reunidos en la organización RescataCultura, recolectaron más de seis mil firmas de apoyo.
Para entonces el deterioro del inmueble era evidente: durante sus últimos años había sido utilizado como una discoteque, dando paso a dos incendios que afectaron a las galerías interiores. Más tarde, el lugar fue ocupado, mientras, su estructura, fue desmantelada.
“Este teatro se construyó para actividades sociales para la comuna, con terrenos del Estado y con dineros del Estado. Ahora, hace unos meses, los dueños – que adquirieron el teatro en los años 60- tomaron la iniciativa y cambiaron las puertas de acceso, lo que permite que las personas no entren a beber”, sostuvo Zuloaga.
“Eso era algo que originaba varios problemas, pero en general, los daños son mínimos. Resistió bien todos los terremotos”, agregó.
¿Monumento Histórico?
Durante la discusión parlamentaria del pasado 14 de octubre, la Asociación Cultural Egregora logró comprometer a los diputados respecto de una futura protección patrimonial. No obstante, la señal más importante vino, precisamente, desde las mismas autoridades del Ministerio de las Culturas, quienes asignaron un rol al proyecto para que su declaratoria, como Monumento Histórico, sea discutida en el Consejo de Monumentos Nacionales (CMN).
Previo a ello, la agrupación debe elaborar una carpeta técnica que será trabajada junto al Instituto de Historia y Patrimonio (IHP) de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile.
María Paz Valenzuela, directora de la entidad, señaló que este proceso se efectuará con alumnos de pregrado, lo que denota el valor pedagógico de la iniciativa, así como el aporte del plantel en cuanto a la puesta en valor del patrimonio nacional.
“Primero vendrá el proceso de investigación y luego se identificarán valores y atributos del bien. Luego, establecido eso, uno tiene que hacer un análisis respecto de si consideramos que tiene valores para ser declarado monumento nacional y se generará un expediente. Con todos esos datos, se pedirá al Consejo de Monumentos Nacionales que sea estudiado”, explicó la académica.
“Tiene que haber un proceso de estudio sistemático y profundo de las obras que se quieren declarar, porque, de lo contrario, dejan de tener sentido. Hay que ser muy cuidadoso con la protección del patrimonio, porque, en el fondo, el patrimonio tiene que seguir teniendo sentido para las generaciones que vienen”, añadió la investigadora.
Actualmente, el ex Teatro Municipal de San Bernardo está evaluado en más de mil millones, ubicándose en pleno centro histórico de la comuna. Este dato no es menor, ya que supermercados y multitiendas han realizado ofertas para adquirir el edificio, cuyo privilegiado emplazamiento no deja de ser atractivo. Aún así, la comunidad persiste en su deseo: recuperar el espacio cultural y, con ello, toda una historia repleta de nostalgias.