Hasta hace unas semanas, el panorama electoral de Bolivia era toda una incógnita, los analistas no se aventuraban en proyectar al ganador entre Evo Morales y Carlos Mesa, sin embargo hoy, a horas de la contienda presidencial, el panorama es un poco más claro: Evo Morales podría triunfar, incluso, en una primera vuelta.
Así lo han demostrado las últimas encuestas. Una de ellas, realizada por la empresa IPSOS, sitúa al líder cocalero con un 40 por ciento de las preferencias, 18 puntos por encima de Carlos Mesa, su más cercano contendor.
En otras palabras, si las cosas resultan como proyectan las encuestas, el actual presidente de Bolivia podría asumir su cuarto mandato sin necesidad de un balotaje, pues en el país altiplánico si la diferencia entre el primer y el segundo candidato es más de un diez por ciento, gana el primero aun así no haya alcanzado el 50+1 por ciento de los votos.
Paz Milet, analista internacional y académica de la Universidad de Chile, reconoce la amplia ventaja de Morales por sobre sus contendientes, situación que, a su juicio, no es de extrañar, pues el actual mandatario cuenta con una base partidaria consolidada, como lo es el Movimiento al Socialismo (MAS) y, además, cuenta con el respaldo de las estadísticas: bajo la administración de Morales, Bolivia ha logrado una estabilidad económica y social como pocas veces ha tenido el país vecino.
“El MAS es un movimiento muy personalista, y la figura de Evo es un referente a nivel boliviano, un referente que encarna la posibilidad de que una persona de origen indígena puede llegar a la conducción política de un país, un líder cocalero y que, además, ha sido bastante exitoso en el posicionamiento de Bolivia a nivel internacional, en darle estabilidad política que tuvo una rotación de presidentes antes que él, y que también ha tenido una política económica bastante exitosa, que ha logrado generar números positivos por mucho tiempo. Entonces es una mezcla de apoyo a un movimiento, pero también fuertemente a la figura de Morales y a lo que él significa”, sostuvo Milet.
De todas maneras, la elección de este domingo es, sin lugar a dudas, la más tensa que ha tenido que enfrentar el presidente de Bolivia, pues en estos comicios existe un peligro real para Morales en caso de concretarse una segunda vuelta, ya que la oposición se cohesionaría en torno a la candidatura de Mesa y los votos podrían ser los suficientes para pelear palmo a palmo la presidencia del país.
Para Paz Milet hay tres factores que han permitido el alza de la oposición en Bolivia y, por consiguiente, el debilitamiento del primer presidente indígena del continente.
Uno de ellos sería el distanciamiento de no pocos ex simpatizantes hacia la figura de Evo Morales, esto, luego de que el jefe de Estado desconociera el plebiscito que perdiera y que le impedía repostularse a la presidencia.
Otro factor sería que el auge económico que tanto prestigió a Morales ya iría a la baja. De hecho, el martes 15 el Fondo Monetario Internacional bajó su pronóstico de crecimiento para Bolivia este año a un 3,9 por ciento.
El tercero de los factores es que el candidato Carlos Mesa –ex presidente de Bolivia ha logrado cuadrar a una oposición fraccionada y totalmente disminuida desde que Evo Morales llegara a la presidencia en el 2006.
Es justamente esta situación la que tiene a Mesa con alguna posibilidad de llegar a la presidencia que, en caso de que se produzca, no sería nada de fácil.
Según Paz Milet el MAS dominaría el Congreso ampliamente y, sumado a que la oposición aun no logra consolidarse en su totalidad, una eventual gestión de Mesa sería, por lo menos, compleja.
“El MAS es la única fuerza que tiene una representación real, aglutinada, cohesionada a nivel nacional y, de alguna manera, Carlos Mesa lo que tiene detrás es el apoyo de distintos sectores de la oposición pero que no están en torno a un solo movimiento, y eso es muy importante, porque si ganara Carlos Mesa, todo lo que se proyecta es que sería un escenario muy difícil porque en el Congreso habría mayoría del MAS”.
Pero lo cierto es que, si bien Mesa tiene posibilidades de ganar, estas son bastante escasas. De hecho, según la ya mencionada encuesta IPSOS, incluso en segunda vuelta vencería Evo Morales.
El mandatario indígena se impondría en el balotaje con un 47 por ciento de los votos, mientras que Carlos Mesa alcanzaría el 39 por ciento de las preferencias.
De esta manera, y si es que llega a ganar, Morales gobernaría hasta el 2025, lo que evidencia la carencia de recambios dentro de la izquierda boliviana. Casi 20 años en que no han aparecido caras nuevas, algo preocupante para este sector político tomando en cuenta que Morales afirmó que, en caso de ganar, este sería su último periodo.
Por lo mismo, según Paz Milet, encontrar un recambio para el actual mandatario será una labor importante dentro de una eventual cuarta gestión del MAS. En ese sentido, el vicepresidente Álvaro García Linera tendría un rol fundamental pues, como uno de los principales teóricos del gobierno, le corresponderá encontrar y preparar a quien continúe las políticas hechas por Evo Morales.
Además del actual mandatario altiplánico y Carlos Mesa, hay otros siete candidatos que aspiran a la presidencia de Bolivia, sin embargo, ninguno de ellos supera el 10 por ciento de las preferencias.
Además del presidente, este domingo 20 de octubre los bolivianos elegirán a 130 diputados y 36 senadores. El MAS es el amplio favorito.