A las 16:00 horas de este viernes se reunirán las federaciones de trabajadores recolectores de basura, el intendente de la Región Metropolitana, Felipe Guevara, y el subsecretario del Trabajo, Fernando Arab. Esto, con el fin de, eventualmente, terminar con la paralización que han mantenido dichas organizaciones durante toda esta semana.

En esa línea, el presidente de la Federación Nacional de Recolectores de Residuos Domiciliarios Urbanos, Nehemías González, emplazó a las autoridades de Gobierno para que cedan a las peticiones básicas de las organizaciones que se circunscriben a tres puntos centrales: “Que ningún trabajador sea desvinculado de las empresas, que el bono Gobierno lo suban a 120 mil pesos fijo y que se respete el acuerdo del año 2013 para que el piso base para los auxiliares sea de 450 mil y 750 mil pesos para los conductores”, indicó el dirigente.

En la madrugada de este viernes, los trabajadores recolectores de basura bloquearon las plantas de transferencia de residuos ubicadas en las comunas de Quilicura y Maipú, sufriendo la violenta represión policial. De acuerdo a ello, el dirigente acusó a las autoridades de querer dividir al movimiento y debilitar las acciones de protesta, negociando estratégicamente con las cuatro organizaciones sindicales por separado.

Hasta este viernes, más de 30 mil toneladas de basura yacen en las calles de la Región Metropolitana, dado el paro indefinido. En total, han sido afectadas 42 comunas de la capital.

Desde el miércoles de esta semana, los trabajadores y representantes sindicales expusieron que no cesarán con la movilización hasta sentarse a conversar con las respectivas autoridades y obtener documentos firmados que aseguren mejoras en sus condiciones laborales que incluyen derechos básicos, como el acceso a servicios médicos, duchas, baños y mejora en sus pensiones, entre otras.

Desde el Gobierno, en tanto, confirmaron un eventual acuerdo con tres federaciones, esperando que la reunión que sostendrán esta tarde, sea la que marquen el fin definitivo de la paralización que mantiene en alerta también a las autoridades sanitarias.