“Nunca más sin nosotras”: el reto que deja la multitudinaria marcha del 8M

La convocatoria marcó un antecedente para la huelga feminista convocada para este lunes 9 de marzo, sin embargo, también evidenció uno de los desafíos que deberá sortear el futuro debate constitucional: la inclusión de las demandas de la mujer.

La convocatoria marcó un antecedente para la huelga feminista convocada para este lunes 9 de marzo, sin embargo, también evidenció uno de los desafíos que deberá sortear el futuro debate constitucional: la inclusión de las demandas de la mujer.

Desde muy temprano Plaza Baquedano, resignificada como Plaza Dignidad, se transformó en un foco de atención. La Coordinadora Feminista 8M había fijado esa zona como punto de encuentro para lo que sería la movilización de este año por la conmemoración del Día Internacional de la Mujer Trabajadora y así fue.

Al mediodía de este domingo, cientos de mujeres ya estaban allí, alzando banderas a favor del movimiento feminista y revitalizando demandas por un cambio cultural con perspectiva de género. De forma paralela, la convocatoria se replicó en Valparaíso, Concepción, Temuco y Valdivia, entre otras regiones del país.

La marcha, no obstante, se dio en un contexto particular: si por un lado estaba la movilización social que vive el país, por otro, también figuró el plebiscito de abril. En esa línea, durante la huelga fueron condenadas las violaciones a los derechos humanos registradas durante los últimos meses.

Pese a ello, desde la Coordinadora Feminista 8M fijaron un extenso petitorio que dialogó, en buena medida, con el estallido social de octubre. Así, el movimiento contempló demandas como el fin de la violencia patriarcal, la creación de un modelo educativo feminista y no sexista, la instauración de un sistema laboral con seguridad social y perspectiva de género, y la protección de las mujeres migrantes e indígenas, así como la inclusión de las disidencias, entre otros.

En tanto, desde las calles, se plasmó un reto más: “Nunca más sin nosotras”.

Para Teresa Valdés, socióloga y coordinadora del Observatorio de Género y Equidad, esta postura tiene mucho que ver con la eventual reforma a la Constitución. “Somos un poder constituyente. Estamos en las calles hace mucho tiempo”, dijo.

Del mismo modo, indicó que el debate constitucional debe incluir los temas que hoy son de prioridad para la mujer. “Entonces, es evidente que una nueva Constitución tiene que reconocer el derecho a decidir sobre el propio cuerpo, en todas sus dimensiones. También los derechos reproductivos y sexuales. No puede ser que seamos sujetos tutelados”, añadió.

Por su parte, Gloria Maira, Coordinadora de la Mesa por el aborto, sostuvo que la movilización marca un “antes y un después en la lucha de la puebla chilena”.

“Estamos diciendo a los movimientos políticos que no hay una posibilidad de construir un país sin nosotras y ese nosotras se refleja en todos los espacios de decisión, incluido aquel donde se va a elaborar la Constitución”, puntualizó.

“Entendemos que el feminismo debe ser antiracista, antifacista, una alternativa frente a los crímenes de lesbofobia y transfóbicos. Es un feminismo que levantamos desde los pueblos, desde nuestra diversidad, pero también desde la potencia histórica que estamos construyendo. En Chile vivimos un proceso de revuelta popular y hemos sido parte de esto las mujeres, lesbianas, travestis y trans”, agregó Javiera Manzi, vocera de la Coordinadora 8M.

Durante la movilización también se vivieron enfrentamientos con Carabineros. El más significativo se dio a la altura de Santa Lucía, donde las fuerzas de orden interrumpieron la marcha. Otro de los puntos conflictivos fue el frontis de La Moneda.

De esta manera, la marcha marcó un antecedente para lo que será la huelga feminista convocada para este lunes 9 de marzo.

 Imagen principal: Yei Blanco.




Presione Escape para Salir o haga clic en la X