Fueron principalmente las redes sociales, y su masividad, las encargadas de echar por el suelo la teoría del Gobierno de que los violentistas son los que inundan la calle y que Carabineros solamente responde, y de manera proporcional, frente a este tipo de situaciones.
Patricio Bao, un adulto de 69 años de edad que asistió el domingo a la marcha del 8M en compañía de su familia, protagonizó un vídeo viral que expuso nuevamente el accionar que Carabineros ha mantenido en medio de la llamada crisis social que atraviesa el país.
Desde que el ministro del Interior, Gonzalo Blumel, asumió el cargo a finales de octubre del año pasado, nombres como el de Bao hacen eco en el ámbito social y político, y solo desaparecen para dar paso a otro más. Pasó así con Gustavo Gatica y Fabiola Campillay en 2019, y no hace mucho con Jorge Mora, “Neco”, y con Cristian Valdebenito en la Plaza Baquedano el último 6 de marzo.
Esta vez, la brutal agresión a Bao en la calle Ramón Corvalán ha provocado diversas reacciones desde la sociedad civil y ha escalado, al parecer, hasta convertirse en la gota que podría rebasar el vaso para generar nuevos y cruciales remezones en la institución uniformada y en el Gobierno.
Partiendo desde el hecho en sí, la directora de la Fundación del Adulto Mayor Clotario Blest, Paula Forttes, condenó, en conversación con nuestro medio, los métodos usados por los efectivos policiales y exigió respuestas de parte de los responsables.
“Queremos manifestar nuestro total repudio a la excesiva violencia que observamos en los procedimientos de Carabineros. Llamamos al Ministerio del Interior y a las policías a revisar sus procedimientos respecto de un adecuado abordaje en la legitimidad de sus funciones en el control del orden público”, indicó.
Mientras tanto, la única respuesta de Carabineros ante esto ha sido a través del general jefe de la zona metropolitana oeste, Enrique Moras, quien excusó la labor de los efectivos asegurando que “la persona que protagoniza el video viral fue detenida por desórdenes graves y atacó a carabineros que se encontraban en clara desventaja numérica”.
Sumado a esto, y considerando la militancia de Patricio Bao en el Partido Socialista, los descargos políticos desde dicha colectividad incluyen pronunciamientos de su timonel Álvaro Elizalde y del diputado del mismo partido, Juan Santana. Este último, incluso, anunció una posible acusación constitucional en contra del ministro del Interior, Gonzalo Blumel.
El secretario de Estado, por su parte, se refirió recién este martes sobre el tema y, aunque condenó temerosamente la violencia de Carabineros, descartó que la solución barajada desde el Ejecutivo esté relacionada con la salida del general director Mario Rozas.
HAGAMOS VIRAL ESTA IMÁGENES !!
EN CHILE NOS ESTÁN MASACRANDO!!
Persona de la tercera edad fue brutalmente golpeado por integrantes de FFEE de Carabineros. (hoy)video de @rvfradiopopular pic.twitter.com/Aq4XaZ9iJz
— PIENSAPRENSA OFICIAL 203,4 mil seguidores (@PiensaPrensa) March 9, 2020
“La reforma que tenemos que hacer en materia de Carabineros no pasa por una persona determinada, pasa por los cambios institucionales que tenemos que hacer. Como lo hemos señalado, tenemos una propuesta que trabajamos a fondo durante el verano con un Consejo y hay una propuesta de la oposición. Queremos hacer converger ambas para que podamos construir un acuerdo amplio y transversal”, manifestó.
Esta respuesta, al menos en parte, coincide con la mirada que tienen algunos especialistas sobre la crisis que afecta a los uniformados. Para el director ejecutivo de la Fundación Chile 21, Eduardo Vergara, Blumel acierta en un punto de su análisis, pero obvia que la crisis no empieza en las policías, sino que tiene su génesis en las señales emitidas desde el Gobierno.
“El verdadero responsable de la seguridad pública en Chile es el Ministro del Interior y el Presidente de la República. Algo de verdad tienen los dichos del ministro del Interior cuando dice que si se saca o no al general Rozas las cosas no van a cambiar. La responsabilidad recae hoy en día sobre la autoridad política. Si sacamos a Rozas, pero se mantiene la actitud distante que genera impunidad por parte del ministro del Interior, nada va a cambiar”, indicó.
Además, Vergara se pronunció sobre la propuesta de reforma anunciada por el ministro Blumel y adelantó su imposibilidad, al menos, desde una iniciativa proveniente solo del poder Ejecutivo.
“El Poder Ejecutivo hoy no está en condiciones de liderar por sí mismo ningún proceso que tenga que ver con reformas policiales y menos la tan necesaria intervención civil que requiere la institución policial, porque lo que tenemos que hacer es salvar a Carabineros de Chile. Las policías son instituciones demasiado importantes para toda democracia”, agregó.
Y si de señales se trata, un detalle no menor antes de conocerse públicamente el caso de Bao, está relacionado con el balance que el Gobierno hizo respecto de la marcha del 8M. Si bien es cierto en dicha manifestación los hechos de violencia fueron aislados, no sucedió así con el accionar que Carabineros ha mostrado frente a ellos, aunque de eso, pruebas hay de sobra en los informes emitidos por los organismos internacionales de Derechos Humanos.
Blumel, como sello del balance, se fotografió estrechando la mano de Rozas, y la señal fue clara: el Ejecutivo respalda a capa y espada la labor de Carabineros.
Esto, sin embargo, y en el análisis de la experta en seguridad y académica de la USACH, Lucía Dammert, podría ser perfectamente un ejemplo de la desconexión que hoy existe entre el Ministerio del Interior y dicha institución.
“Puede demostrar dos cosas”, explicó Dammert a nuestro medio. “Uno, no tienen control sobre la institución y por ende nadie les avisó que esto había sucedido a pesar de que estaba filmado y que esta persona llegó a su control de detención después de haber pasado por el servicio de salud. O que se enteraron de estos hechos y pensaron que no iba a generar preocupación en la ciudadanía”, agregó.
Aunque desde Carabineros se ha manifestado el inicio de una investigación administrativa para comprobar si realmente se cumplieron con los protocolos en la intervención, a estas alturas, esto no ha sido suficiente para detener el vendaval político que ya empezó.
Así, al cierre de este artículo, el presidente de la Comisión de Seguridad Ciudadana de la Cámara de Diputados, Miguel Ángel Calisto, anunció que citará al director general de Carabineros, Mario Rozas, para este jueves, justamente para abordar el actuar mostrado por algunos de sus subordinados en medio de las manifestaciones.
Por otra parte, el jefe de la bancada de diputados de la Democracia Cristiana, Gabriel Ascencio, viene impulsando acciones que llevarían al Presidente Sebastián Piñera y al ministro Gonzalo Blumel ante la Corte Penal Internacional y a la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
“No solamente por lo de ayer”, aseguró Asencio refiriéndose al caso de Bao, “sino por las brutales agresiones que conocemos. Todos los días hay hechos de represión de Carabineros que representan actos de violación a los Derechos Humanos que son insostenibles en el país”, sentenció.