Una tasa de desempleo del 8,2 por ciento es lo que ha arrojado la última Encuesta Nacional de Empleo, realizada por el Instituto Nacional de Estadística, y que augura un debilitamiento complejo de la economía nacional para los próximos meses.
Sin embargo, al alero de este dato, la situación particular del desempleo femenino es aún más preocupante, dado que, según la misma encuesta, éste alcanzó un 9,7 por ciento en el primer trimestre del año. Un dato no menor que, comparado con la cifra en hombres, da cuenta de que la crisis de desempleo en el país tiene que ver directamente con la fuerza laboral femenina.
Y es que, comparado con las cifras del año pasado, en el mismo trimestre, el desempleo en hombres solo se incrementó en un 0,6 por ciento; mientras que, el de las mujeres, lo hizo en uno 1,4 por ciento.
Esto mismo, además, según explicó la economista y directora del Centro de Microdatos de la U. de Chile, Lorena Flores, podría ser peor puesto que la encuesta mencionada no abarca a uno de los sectores más golpeados por la pandemia en el último mes.
“Según lo que entregó el INE sobre los sectores que tuvieron más pérdida de ocupados, no está el comercio. Ese uno de los sectores más grandes del país, en términos de ocupados, y además con mayor proporción de mujeres. Es obvio que ahora el comercio se va ver afectado por la pandemia, y se van a ver muchas más mujeres desempleadas de las que ya estamos viendo. Ahí hay un dato que probablemente se va a empezar a ver más adelante”, señaló Flores.
Asimismo, la economista explicó que, en términos del mercado laboral, se está dejando de lado el concepto de la inactividad. Este, a diferencia del desempleo, tiene que ver más bien con un grupo de personas que está fuera de la fuerza laboral del país y que no está buscando empleo.
Para Flores, además, son justamente las mujeres las que podrían engrosar las cifras de este bloque afectadas por la pandemia por coronavirus.
“Cuando una pandemia es larga, son las mujeres las primeras en entrar en inactividad, es decir, ni siquiera tratan de buscar empleo. Eso es malo para el país porque las tasas de participación femenina bajan, por lo tanto, no hay presión sobre el mercado”, explicó Flores.
Sumado a esto, la especialista agregó que las políticas públicas se verán afectadas, puesto que “es más difícil encontrarlas, en términos de que, si uno mira una tasa de desempleo alta, uno dice tengo un problema, pero si la tasa empieza a bajar porque en realidad se están convirtiendo a la inactividad, el problema se empieza a diluir y no lo ves”.
No obstante, Flores también se refirió a los efectos que podría traer esto en la micro economía familiar del país.
“Cuando uno mira la encuesta Casen cada vez hay más hogares uniparentales, y la mayoría de ellos liderados por mujeres. Entonces, que una mujer en esas condiciones se quede sin trabajo es terrible porque es el único ingreso del hogar, y además de eso hay estudios para el caso de Chile, que explican cuanto se pierde anualmente porque tenemos una de las tasas de participación en el marcado laboral femenino baja respecto a otros países”, señaló.
Finalmente, para la economista, es difícil la aplicación de políticas públicas que permitan campear este problema en medio de la pandemia, pero que, sin embargo, éstas deberían apuntar al término de la crisis sanitaria, enfocadas en conceptos como el empoderamiento femenino y la corresponsabilidad de las tareas del hogar, que permitan generar igualdad de condiciones para las mujeres a la hora de busca un empleo.