La crisis provocada por el Covid-19 ha puesto a prueba a toda la institucionalidad chilena. En ese camino, la Constitución, que fue colocada en duda luego del movimiento social que inició el 18 de octubre de 2019, también ha debido dar respuesta a un contexto imprevisto.
En ese sentido, Pablo Ruiz- Tagle, decano de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, indicó, en conversación con el director de Radio y Diario Universidad de Chile, Patricio López, en Radioanálisis, que “la Constitución no tiene un diseño afinado para resolver emergencias sanitarias”.
“El Estado de Catástrofe que se ha usado tiene que ver con catástrofes naturales, terremotos que, lamentablemente, han sido frecuentes. La Constitución, al no prever esto y no tener una reflexión profunda sobre esto, mostró algunas contradicciones entre autoridades y algún exceso de poder en el Gobierno”, puntualizó la autoridad académica.
“También ha habido un uso del poder comunicacional que confunde a la población y que desvía cuestiones que no son las que interesan. Ha habido mucha improvisación. Dicho esto, en estas situaciones hay que tener un principio de deferencia hacia la autoridad, una concepción ciudadana republicana, de cuidar el interés general más que el particular”, añadió.
En esa línea, el experto sostuvo que, en este contexto, debe colocarse atención en el resguardo de los derechos de los adultos mayores y las personas recluidas.
“Hay un desorden en el Poder Ejecutivo y una tendencia autoritaria a dictar medidas que van más allá de lo que es necesario, de lo que es razonable, entonces es un panorama bastante sombrío para las libertades, para el ejercicio de los derechos”, comentó.
La autoridad también expresó que este escenario brinda nuevas alternativas para pensar en el futuro proceso constituyente. De acuerdo a ello, afirmó: “Hoy tenemos la posibilidad de mirar a la cara a nuestro sistema, que es muy desigual. Si lo vemos desde la óptica sanitaria, de salud pública, es una buena perspectiva para conocer los efectos del sistema”.
Del mismo modo, indicó que el debate sobre una nueva Constitución debe sumar una diversidad y multiplicidad de miradas: “Si no logramos mantener la diversidad y el respeto por la diferencia, es muy difícil que podamos hacer una buena constitución y una buena convivencia democrática”, concluyó.