El 3 de junio de 2020, justo 26 años después de ser notificado como persona viviendo con VIH/SIDA y en medio de grave e incierta pandemia por coronavirus, interpuse un urgente e importante Recurso de Protección en la Corte de Apelaciones de Santiago, demandando la entrega de #TerapiasVIHMultimes como lo recomienda ONUSIDA, sugiere el Colegio Médico y exigimos personas (im)pacientes, activistas comunitarios, organizaciones seropositivas e instituciones de Derechos Humanos. Ha sido un tiempo duro, resistiendo la cuarentena y sintiendo como el #COVID_19 se acerca a nosotros y nosotras, acechándonos a la vuelta de la esquina.
Deseando no morir en el intento de estar “siempreviva, nunca inviva”, he empujado esta causa legal junto al comprometido abogado Esteban Arévalo, especialista en derecho a la salud, querido y generoso profesional que me ha acompañado en otras imprescindibles batallas. En el inicio de esta lucha hubo recelos e incomprensiones, incluso sospechosos silencios de compañeros de la diversidad sexual pero que -poco a poco- se han ido convenciendo del sentido de justicia de esta demanda por terapias dignas para todos y todas que supera la exigencia constitucional individual transformándose en una causa colectiva.
El Recurso de Protección fue presentado en días del ministro Jaime Mañalich pero ahora será el doctor Enrique Paris quien firme el informe legal que el Ministerio de Salud debe evacuar a los tribunales de justicia, el próximo martes 23 de junio. Desde un inicio de la pandemia las autoridades del Minsal tuvieron la oportunidad de cumplir su palabra, incluyendo decretos legales vigentes como el del 25 de marzo que autoriza la entrega de medicamentos por varios meses, pero han jugado a la dilación en el tema del VIH/SIDA, pidiéndole –incluso- a la Corte de Apelaciones 10 días hábiles adicionales para responder lo que debiera estar claro: Terapias VIH por varios meses para todas las personas viviendo con VIH/SIDA, medida eficaz para evitar concurrencias inseguras a los hospitales, evitando así el contagio del coronavirus en personas inmunodeprimidas.
La Corte de Apelaciones accedió solo a 5 días, que se cumplen este martes 23 de junio, fecha en que conoceremos la altura ética de las nuevas autoridades públicas de salud. No tengo especial esperanza en la respuesta ministerial pero nunca se pierde la fe, ni mucho menos se abandona la lucha. Por este motivo, buscando proteger salud y vida, interpusimos una orden de no innovar en los tribunales de justicia pidiendo la inmediata entrega de la terapia VIH mientras se resuelve el fondo del asunto. Felizmente, el viernes 19 de junio, la Corte de Apelaciones de Santiago acogió la solicitud y ordenó al Ministerio de Salud entregarme mi terapia para el VIH por 3 meses por esta única vez. Este lunes 22 haré efectiva la orden de la justicia cuando concurra al colapsado Hospital San José, confiando en que se cumplirá la orden judicial. De igual modo, espero que lo razonado por la Corte de Apelaciones, tenido a la vista la pertinencia de la orden de no innovar, sea un anticipo de la sentencia definitiva, la cual deseamos, vaya en la línea de la protección de la vida y la salud de las miles de personas que vivimos con VIH/SIDA en Chile.
Esta lucha no es una batalla solitaria e individual como a algunos les gustaría hacerla parecer sino una pelea de muchos y muchas, todos y todas. Han sido diversos y múltiples los apoyos, saludos y solidaridad con esta causa que ha superado nuestro pequeño e inicial grito desesperado. Ahora debemos reforzar la campaña nacional por #TerapiasVIHMultimes para todas las personas seropositivas de Chile, movilizando muchos más apoyos y nuevas complicidades de vida.
El domingo 21 de junio, previo a la respuesta oficial del Minsal, habló de este tema el ministro Paris en cita matinal con la prensa de La Moneda. Frente a una pregunta de un colega de Radio Cooperativa que le preguntó si la resolución de la Corte de Apelaciones de entregar terapias VIH se hará extensiva a todas las personas viviendo con VIH del país, el ministro Paris eludió la respuesta sobre el multi-mes, señalando que había hablado con otras autoridades e instituciones del país, entre ellas, CENABAST e ISP, afirmando que no había “quiebre de stock” y que las terapias se estaban entregando “correctamente”. Terminó su respuesta desviando la atención e interés público en el anuncio de supuesta pronta entrega de “cuantiosos” fondos a organizaciones de VIH para que “cooperen” con el Ministerio de Salud.
Se trató de una réplica equívoca e interesada que revela falta de información de la importante autoridad. Hace tiempos que lo estamos denunciando. En Chile no se están entregando las terapias VIH “correctamente”. No solo no se entregan por varios meses sino que hemos reportado personas a las que se les parcela el tratamiento y han tenido que concurrir varias veces al hospital el mismo mes. Del mismo modo, soy una persona viviendo con VIH/SIDA y debí recurrir de protección ante la Corte de Apelaciones de Santiago denunciando la entrega parcelada e irregular de terapias VIH, acogiendo la justicia una orden de no innovar, obligando al Ministerio de Salud a entregarme mi terapia para el VIH por tres meses, tal como lo señala ONUSIDA.
En la mencionada conferencia de prensa se le preguntó al ministro por #TerapiasVIHMultimes pero la autoridad político-sanitaria nunca respondió, ofreciendo fondos millonarios directos -sin concurso- a las organizaciones sociales de VIH/SIDA. Es llamativo e inquietante que mientras la comunidad reclama terapias VIH para todas las personas, el ministro Enrique Paris ofrezca financiar solo proyectos. Yo me pregunto: ¿el ministro negoció previamente esos fondos directos con alguna organización cercana e interesada? ¿Fondos para proyectos comunitarios o fondos para silenciar la vigilancia social? ¿Y los fondos para los tratamientos multimes para todos?
Este martes 23 de junio el Ministerio de Salud deberá responder a la justicia chilena, ojalá existan fondos, muchos fondos directos e indirectos, fondos para #TerapiasVIHMultimes
Víctor Hugo Robles es periodista de la diversidad sexual, activista comunitario en VIH/SIDA y conductor del programa “Siempre Viva en Vivo”.