¿Emprendimiento o sobrevivencia?: Microempresas ganan apenas el ingreso mínimo

Los microemprendimientos no son apoyados por la banca ni cuentan con líneas de financiamiento avaladas por el Fisco. "Más bien parecen ser actividades de sobrevivencia que están relacionadas con obtener ingresos mínimos para los hogares" dice Benjamín Sáez autor del estudio de Fundación Sol sobre este tipo de empresas.

Los microemprendimientos no son apoyados por la banca ni cuentan con líneas de financiamiento avaladas por el Fisco. "Más bien parecen ser actividades de sobrevivencia que están relacionadas con obtener ingresos mínimos para los hogares" dice Benjamín Sáez autor del estudio de Fundación Sol sobre este tipo de empresas.

Consideradas por el propio Presidente de la República como la columna vertebral de nuestra economía, las pequeñas y medianas empresas se han caracterizado por entregar dinamismo a nuestro sistema por ser las que llevan adelante la innovación y permiten dar ciertos saltos en materia de tecnología.

Dentro de este ámbito económico existen también los microemprendimientos  que, según el Estatuto de las Pymes, son todas aquellas empresas de 10 trabajadores o menos, incluyendo al empleador, y cuyas ventas anuales no superan las 2400 UF.

Benjamín Sáez, sociólogo e investigador de Fundación Sol llevó adelante el estudio “Emprendimiento y subsistencia: radiografía a los microemprendimientos en Chile que levantó datos de este tipo de empresas sobre la base de la Sexta Encuesta Nacional realizada antes del arribo de la pandemia a nuestro país. Según la información recopilada en la investigación, en Chile se contabilizan 2.057.903 microemprendimientos, que corresponden a un 24,3% de las personas ocupadas, sin embargo, un dato muy importante es que de ellos, solo el 15% contrata a otras personas.

Así también, el informe señala que un 53,1% de las microempresas son informales y de ellas, un  36% presenta un nivel alto de informalidad, es decir que no iniciaron actividades en el SII y no cuentan con permisos municipales. A lo anterior se agrega que en cuanto a ganancias, un alto número de estas micorempresas no alcanzan a generar ni el equivalente al ingreso mínimo. 

“Prácticamente sobre el 50 por ciento de estos emprendimientos informales o incluso a nivel general, no logran superar el salario mínimo en términos de los ingresos que están generando. Eso es una voz de alerta en relación a que parecen no ser actividades de proyección empresarial, de movilidad, sino que más bien parecen ser actividades de sobrevivencia que están relacionadas con obtener ingresos mínimos para  los hogares”, asegura el sociólogo egresado de la Universidad de Chile.

Benjamin Saez

De acuerdo a la investigación liderada por Sáez, solo el el 15,6% de las microempresas logra superar los $864 mil pesos de ganancia mensual, es decir, el equivalente a tres sueldos mínimos.

Otro asunto que es de alta relevancia y que este estudio logra develar es que, en términos generales, el 53,5% de las microempresas tiene 10 o más años funcionando, por ende, las actividades informales no son transitorias, siendo las lideradas por mujeres la mayor cantidad de  microempresas informales.

Uno de las razones de ello tiene que ver con el acceso a los financiamientos ya que la banca no entrega recursos de inversión a quienes considera como riesgo, por lo tanto, las familias deciden emprender ante el apremio de generar ingresos, pero no cuentan con apoyo externo.

Son muy pocos los casos en los que quienes emprenden lo hacen  por una opción de mercado, por una oportunidad. En su gran mayoría son microemprendimientos que aparecen por necesidad y que en su gran mayoría, prácticamente el 64%, inicia su actividad con recursos propios”, nos explica Benjamín Sáez.

Mujeres y emprendimiento: otra brecha más que superar

Una de cada cuatro mujeres de nuestro país es jefa de hogar y la pandemia ha golpeado fuertemente aumentando el desempleo femenino, borrando en unos pocos meses diez años de avances en la inserción laboral de las mujeres.

El 73% de las mujeres “emprendedoras” no logra superar el Salario Mínimo y solo 1 de cada 10 mujeres que tienen una microempresa logran superar los $576.000 pesos de ingreso mensual. A ello hay que agregar otra diferencia importante con los hombres y que dice relación con la cantidad de horas diarias dedicadas al trabajo no remunerado.

Mujeres emprendimientos informales

“En primer lugar, las mujeres realizan más horas de trabajo no remunerado y, en segundo lugar, las actividades remuneradas que realizan las mujeres en los microemprendimientos tienden a ser de menos horas. Este es un fenómeno habitual, por cuanto la ‘obligatoriedad’ cultural de las labores de cuidado no remunerado, se han de compatibilizar con las posibilidades de realizar una actividad que genere ingresos. Al considerar ambos factores, el tiempo total de las mujeres tiende a ser mucho mayor que el de los hombres, a pesar de que en los microemprendimientos liderados por mujeres se tienden a realizar jornadas de menos de 25 horas a la semana”, explica Sáez.

Al analizar las horas que se dedican a llevar adelante un emprendimiento que genere ingresos, el estudio concluye que aquellos liderados por hombres realizan un promedio de 40,34 horas de Trabajo Remunerado a la semana, mientras que las mujeres no logran superar las 30 horas como promedio (29,87 horas).

En promedio, las mujeres en microemprendimientos informales realizan 60,5 horas de trabajo semanal, mientras los hombres llegan a 51,76 horas totales a la semana.

Independiente del género, la conclusión general a la que llega Fundación Sol es que las microempresas de Chile no consiguen sino llevar a sus líderes a lograr simplemente la subsistencia y cubren solamente sus necesidades.

peluqueria

“Gran parte de estos microemprendimientos se desenvuelve en un contexto de informalidad y eso en una situación como la actual es un tremendo riesgo, porque no está regulado y desde ese punto de vista, lo que hemos observado es que una respuesta que entregue certeza y seguridad económica a estos hogares es muy importante desde el punto de vista sanitario, debido a que la necesidad y la situación en la que se mantienen de sobrevivencia los obliga a tener que trabajar cada mes, cada semana para poder tener los ingresos necesarios del periodo”.

Así, en tiempos de pandemia y dada la gran cantidad de trabajadores por cuenta propia y que llevan adelante actividades informalmente se hace apremiante que el Estado llegue pronto a cubrir las urgencias de un grupo altamente vulnerable que se ve forzado a salir a las calles a buscar un sustento diario, arriesgando su salud y la de los demás.





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