Se trata de una enmienda que endurece considerablemente la legislación sobre la violación en el Estado de Kaduna. A partir de ahora, la persona que sea reconocida culpable de violación en esta región podrá ser condenada a la esterilización y eso cualquiera que sea la edad de la víctima o el género del agresor o la agresora. Esta ley prevé también la aplicación de la pena capital en los casos de pedofilia.

Esta decisión interviene después de una ola de indignación en Nigeria cuando tras el confinamiento se produjo una serie de violaciones a mujeres y a niñas muy jóvenes por todo el país.

Ante estas protestas, el gobernador del Estado de Kaduna había estimado a principios de julio que la castración quirúrgica sería lo mejor para evitar que los violadores vuelvan a actuar. Un punto de vista muy controvertido en el plano médico legal.