El rector de la Universidad de Chile, Dr. Ennio Vivaldi, criticó el proyecto de presupuesto para el año 2021 e hizo un llamado a “ser capaces de ver el presupuesto de la nación no como una batahola de todos contra todos”.
El profesor Ennio Vivaldi planteó en primer lugar que “esperemos que, transcurrido este último año, al menos hayamos aprendido que lo normal puede dejar de serlo y que lo que se había naturalizado puede pasar súbitamente a ser percibido como monstruoso”.
En ese sentido recalcó que “deberíamos al menos tomar conciencia de que la sociedad es un sistema complejo no reducible a una suma de individuos o de grupos de interés. O que la cohesión social requiere que interioricemos la idea de bien común. Y que ese es un objetivo principal de la educación pública, al formar ciudadanos en ambientes pluralistas y solidarios donde nos reconozcamos y valoremos recíprocamente”.
Por lo mismo, reiteró que “para que la educación sea un derecho, el sistema público debe garantizar que cada individuo pueda efectivamente expresar su potencial. Sin eso, reclamar prerrogativas individuales no tiene sentido. Al mismo tiempo, la sociedad toda se beneficia de la mayor calidad del aporte de cada uno de sus integrantes”.
El rector Vivaldi recordó que “recientemente nuestra Universidad ha iniciado un proyecto conjunto con la comunidad del Instituto Nacional y con la Municipalidad de Santiago. Este gesto se enraíza profundamente en la historia de la República. Además, reafirma una voluntad de articular verticalmente todos los niveles de nuestra educación pública, requisito clave para establecer un diálogo intergeneracional. Si hemos de optar por el entendimiento en vez de la represión, debemos aproximarnos a las emociones y razonamientos que impulsan las conductas de los jóvenes”.
Al mismo tiempo se refirió a la situación sanitaria del país y se preguntó: “Cuánto mejor hubiéramos enfrentado la pandemia si hubiéramos contado con un sistema de atención primaria donde basar una estrategia de testeo-trazabilidad-aislamiento. Y cuanto mejor hubiéramos amortiguado sus consecuencias si hubiéramos tenido programas de salud mental comunitarios”.
También mencionó la compleja situación que atraviesa el Hospital Clínico de la Universidad de Chile y recordó que “no recibe apoyo alguno del sistema público de salud y no puede optar a los tratos ventajosos que hoy benefician al sector privado”.
Asimismo, mencionó que “hace algunos años nuestro país contaba con un centro de producción de vacunas. Se tomó la aciaga decisión de cerrarlo aduciendo que resultaba más barato comprarlas en el extranjero. Quizás en algunos años veremos con igual conmiseración y arrepentimiento la decisión que podría tomarse hoy de cortar el apoyo a la formación de jóvenes investigadores”.
Al respecto, el rector Vivaldi anunció que “hemos propuesto volver a producir vacunas como parte de los proyectos a desarrollar en nuestro Campus en Carén. Este nuevo Campus aspira precisamente a promover la transdisciplina, la hibridación de diversos saberes, como estrategia necesaria para abordar materias de inédita complejidad, imposibles de abordar desde una sola disciplina, tales como medioambiente, agua energía o nutrición; todos ellos”.
Respecto de los recortes que se anunciaron en áreas tan sensibles para la sociedad como la ciencia y el arte, el rector Ennio Vivaldi sostuvo que “la pandemia también nos llamó a repensar el sentido de la vida y a buscar herramientas para enfrentar críticamente la realidad, revalorando así las artes y las humanidades. Tampoco eso se refleja en la asignación de prioridades de la supuesta lectura de los intereses del país cuando se disminuye drásticamente el apoyo a nuestra orquesta y ballet hasta hacerlos insostenibles”.
Siguiendo esa línea el académico afirmó que “pareciera que estamos perdiendo una oportunidad única de analizar sistémicamente la educación superior. Necesario y postergado análisis sobre su rol en el futuro de ciencias y artes, y en promover la inclusión social para atenuar la desigualdad de oportunidades”.
Ante esta situación, Ennio Vivaldi plantea que “este año, como en ningún otro momento, deberíamos ser capaces de ver el presupuesto de la nación no como una batahola de todos contra todos, habitual tergiversación del darwinismo, donde cada cual lucha por su supervivencia pretendiéndose, con candor irredento, que lo que resulte será bueno para el país. Quizás deberíamos más bien aprender de las lecciones dejadas por la pandemia acerca de las fallas estructurales de nuestro modelo de sociedad. Está claro que hace un año existía una apreciación equivocada de lo que la ciudadanía quería. Un año después, hay que evaluar si este presupuesto de la nación a ser discutido representa o no un canal de expresión de lo que los ciudadanos realmente anhelan”.
Finalmente, el rector de la Universidad de Chile sostuvo que “sería trágico que, valga la polisemia, este presupuesto presuponga que en Chile en el último año no ha ocurrido casi nada relevante”.