En la consigna del Comité Nacional del Paro, que recita “Por la vida, la democracia, la paz y negociación del pliego de emergencia”, se unieron las centrales obreras, organizaciones sociales, educadores y líderes estudiantiles del país.
La Central Unitaria de Trabajadores (CUT) asegura que la política aplicada por el presidente Iván Duque para enfrentar la emergencia ha sido de las más desastrosas del continente. Afirman que ni la vida ni la economía han sido puestos como prioridad.
Por su parte, la Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación (Fecode) afirma “no existen las condiciones necesarias para retornar a los colegios del país, pues no se cuenta con los recursos para implementar los protocolos”.
El partido político de las Farc que nació de la firma de los acuerdos de paz en el 2017 llamó a los colombianos a movilizarse hasta que sean millones los que exijan el cese del exterminio que se adelanta, según dicen, “con la complacencia del Gobierno nacional”.
Mientras la jornada de movilizaciones avanza, los más de 6.000 participantes de la Minga, que integra población afro, indígena y raizal y que llegaron el pasado 18 de octubre a Bogotá para exigirle al presidente Iván Duque que escuche sus peticiones en torno a los derechos a la vida, las minorías y los reclamantes de tierras, decidió expresar su apoyo a la movilización pero retornar a los territorios.
Lo cierto es que el Colombia para hoy para recordarle al mundo que, en lo que va de 2020, han sido asesinadas 267 personas en 67 masacres perpetradas en el país y que el gobierno del presidente Iván Duque parece impotente frente a una ola de violencia que regresó Colombia a los años más crudos de la guerra.