La llamada “segunda ola” está afectando fuertemente a Europa y países que al inicio de la pandemia pudieron mantener a raya los contagios, hoy luchan por no verse sobrepasados.
En las últimas 24 horas, Alemania contabilizó un nuevo récord de personas contagiadas con 16.774 e informó de 89 nuevos muertos, mientras el número de casos activos asciende a 131.500.
Según datos del Instituto Robert Koch (RKI) de virología el total de positivos desde que se dio a conocer el primer contagio en el país a finales de enero se sitúa en 481.013, con 10.272 personas fallecidas.
Por otra parte, 339.200 personas ya se han recuperado. En cuanto a la incidencia, ésta sigue al alza con una tasa de 93,6 casos por cada 100.000 habitantes en siete días, según el informe diario del RKI difundido el miércoles por la tarde.
El gobierno de la canciller Angela Merkel ha dispuesto de medidas sanitarias tendientes a aplanar la curva de infección en orden a evitar que los hospitales se vean abrumados, permitir el seguimiento efectivo de los contactos de las personas infectadas de nuevo y salvar las vacaciones de Navidad.
Las restricciones que entran en vigor el próximo lunes son que los bares, restaurantes, teatros, cines y salas de deporte deberán cerrar sus puertas durante un mes y las reuniones deben reducirse al mínimo, no más de diez personas. Las tiendas pueden permanecer abiertas, al igual que escuelas y las guarderías también. Los alemanes pueden dejar su casa cuando quieran y moverse como quieran, dentro de sus comunidades , sin embargo los viajes turísticos no están permitidos.
La canciller Merkel ha contado hasta ahora con una alta aprobación por su manejo de la pandemia y sus índices de popularidad están en el punto más alto.