CORFO y el Instituto de Tecnologías Limpias

  • 12-01-2021

Frente al proyecto del Instituto de Tecnologías Limpias que ha concursado CORFO y adjudicado a un consorcio internacional con algunas entidades privadas del país, la alta dirigencia de esta histórica y estratégica corporación nacional ha fallado en comprender el espíritu del origen y servicio al país que emprendió su fundador, el Presidente de la República Don Pedro Aguirre Cerda, y primer Decano de la Facultad de Economía de la Universidad de Chile.

No comprender la naturaleza estratégica que juega hoy la investigación científica y tecnológica sobre nuestros bienes naturales, como capital fundamental del desarrollo actual y futuro del país, no puede ser aceptable para una dirigencia del mas alto nivel, en quiénes se deposita la confianza de que actúan por los más altos intereses de la nación.   De modo que, en los tiempos que hoy se dan en el concierto internacional, no se puede atribuir lo hecho a que se haya actuado ingenuamente con asignar cuantiosos recursos económicos a entidades de la competencia internacional, ni se puede permitir que actúen como si fueran dueños de los recursos cuyo destino, de no emplearse apropiadamente, afectará la historia del desarrollo de las principales instituciones científicas chilenas.

Por otra parte, la Presidencia de la República debe reconocer que, frente a proyectos estratégicos de esta envergadura, no se pueden licitar a privados, sino que por el contrario, se debe conformar una Comisión Estratégica de Seguridad Nacional que, conjuntamente con nuestras mas prestigiadas universidades, las instituciones de las fuerzas armadas y los institutos del Estado de su competencia, establezca los delineamientos y se asignen los recursos para emprender proyectos que consolidarán el desarrollo nacional, de no ser asignados a potencias extranjeras.

Esperamos que el Poder Ejecutivo pueda enmendar la mala actuación observada en CORFO y que atenta contra el desarrollo de nuestro propio país, al dejar en manos extranjeras el conocimiento de lo que representarán las futuras investigaciones y resultados que surgirán de esta iniciativa magnífica, pero mal encauzada por una dirigencia que no ha estado a la altura de lo que Chile necesita.

 

El autor es Decano, Facultad de Ciencias, Universidad de Chile.

Presidente del Consejo Nacional de Facultades de Ciencias (CRUCH).

El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no refleja necesariamente la posición de Diario y Radio Universidad de Chile.

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