Este domingo 7 de febrero, Ecuador inaugurará un año muy intenso en materia electoral en Latinoamérica. Cerca de 13 millones de ecuatorianos acudirán a las urnas para decidir quién será el próximo presidente de ese país luego de cuatro años de gobierno de Lenín Moreno que han estado marcados, en el último tiempo, por el malestar social y los efectos de la pandemia de COVID-19.
En conversación con Radioanálisis, el excanciller del gobierno de Rafael Correa, Ricardo Patiño, reflexionó sobre las consecuencias que puede tener esta elección para el futuro del país y la región, además de las opciones del candidato del “correísmo” Andrés Arauz, quien encabeza las encuestas de opinión previas a los comicios.
¿Cómo ve el panorama de cara a estas elecciones y qué está en juego en Ecuador?
Estamos muy cerca, apenas a cinco días de las elecciones. Encabeza todas las encuestas Andrés Arauz y es importante decir, que nuestro páis se juega el poder regresar al periodo de progreso, de equidad, de justicia, de derechos que se inauguró en nuestra democracia en el gobierno de Rafael Correa, con 10 años de avances en derechos de los ciudadanos. No solamente como alguna gente dice que se hicieron algunas carreteras, hay que destacar también que se construyeron ocho hidroeléctricas en 10 años de gobierno, se hicieron puentes que se debían de hace cincuenta años a ciertas poblaciones, se avanzó especialmente en lo social, en los derechos, derecho a la educación, la salud, que estaban en la constitución, pero que no se cumplían. En nuestro gobierno se cumplieron y con muchísimo nivel. Ahí tenemos que regresar, ese es el objetivo y ese es el sueño, regresar a ese país y no seguir con lo que ha hecho Lenín Moreno, con la traición que cometió contra nuestro pueblo, de haber regresado a lo que tanto daño provocó, cogobernando con Guillermo Lasso. Ese candidato representa el cogobierno de Lenín Moreno, él lo ha dicho enfáticamente, Moreno llegó a gobernar con el apoyo de Rafael Correa, pero posteriormente se adscribió al plan de gobierno de Lasso. Moreno tiene una desaprobación que llega al 95%, ese candidato, Guillermo Lasso, representa eso, entonces, podemos regresar a los 10 años de progreso y equidad o podemos continuar con el gobierno de Moreno que es la representación del atraso, del neoliberalismo que tanto daño le ha hecho a nuestro país.
Lenín Moreno fue representado como la continuidad del “correísmo” y, sin embargo, se acercó a la derecha, al empresariado y básicamente a las políticas del FMI, dejando de lado todo lo que había sido la campaña presidencial y el respaldo que supuestamente tenía del “correísmo”. ¿Es posible retroceder a lo que fue el periodo de Rafael Correa cuando el precio del petróleo no es la misma y por lo tanto, no se van a tener los recursos que se tuvieron durante esos años?
Hay que decir algo con claridad, el gobierno de Rafael Correa, si bien es cierto hubo subsidios para personas en condiciones de pobreza, lo que más hubo fue el hecho fáctico de que 2 millones de personas salieron de la pobreza y ya no tenían que recibir subsidios. Logramos impulsar tan bien la economía y el empleo y el trabajo digno que la gente ya no necesitaba subsidios. Duplicamos el presupuesto en educación en apenas seis años, lo que significa que, en términos absolutos, lo cuadruplicamos. Por ello, sí nosotros creemos que el Estado debe cumplir un rol importante, pero no por dar dadivas a la población, sino que para trabajar para que la población pueda vivir por sí misma. Respecto del FMI, hay que decir que el Fondo Monetario no es una banca tradicional, es un organismo que se dedica a cobrar deuda privada, esa es su función. Guillermo Lasso está tan desesperado que primero dijo que podría aceptarse que un trabajador gane 120 dólares con tal que tuviese empleo, pero cuando sus aliados le dijeron que estaba loco, dijo que subiría el salario mínimo de 400 a 500 dólares. Va de un lado para otro, sin ton ni son, porque se siente perdido en las encuestas. Este señor Lasso y Moreno, que han propiciado el acuerdo con el FMI han destruido económicamente al país, no solo en su macroeconomía, sino que en la calidad de vida de los ecuatorianos.
El tema económico es una de las principales preocupaciones actualmente en Ecuador. Cerca de 2 millones de personas pasaron a condición de pobreza en el país durante los tres primeros mes de la pandemia. ¿Cómo recuperar esta situación considerando los amarres del FMI y en un contexto donde todavía hay incertidumbre a causa del COVID-19?
Lo que corresponde hacer es recuperar la dinámica de la economía. Para recobrar la economía hay que invertir y tomar el pensamiento keynesiano de reactivar, a partir del Estado, la economía y Andrés Arauz hizo un planteamiento muy importante, que suena utópico, pero que es realista de entregar a un millón de ecuatorianos mil dólares, a las personas más afectadas por la pandemia y el desempleo que les permitan consumir, pagar las deudas atrasadas, comprar los bienes elementales a su familia, comprar comida, reabastecerse, después de la enorme pobreza a la que el gobierno de Moreno las ha llevado y esto permitirá una reactivación de la economía. Esta decisión que la hemos llamado “mil de una”, ese dinero se quedará en el país, quiero decir que alguna gente ha reaccionado y criticado que a la gente se le regale plata, cuando eso es lo que tiene que hacer el Estado, es la única forma de salir de la crisis, entregar estos dineros para que la gente pueda ocuparlo en lo que necesite. Esta decisión es fundamental y le significa al Estado mil millones de dólares, para una economía que, en este momento, es de 100 mil millones de dólares, es decir, el 1% del PIB. Los banqueros han dicho que no hay que regalar el dinero a la gente, pero cuando tuvimos la crisis financiera de la banca en 1999, el Estado le regaló a los banqueros cerca de ocho mil millones de dólares y ahí ellos estaban felices, pero cuando Arauz plantea entregar el uno por ciento del PIB para que un millón de personas puedan reactivar sus condiciones económicas y reactivar toda la economía, reclaman porque supuestamente es un subsidio, es la única manera de recuperar la dinámica de la economía.
Respecto de Andrés Arauz y teniendo el recuerdo de lo que ocurrió con Lenín Moreno que fue apoyado por Correa y luego se dio vuelta ¿Hay garantías que eso no vuelva a ocurrir? y además ¿Qué cálculos tienen respecto de lo que pueda ocurrir en la elección de la Asamblea Nacional y que rol puede jugar en la futura administración la figura de Yaku Pérez líder de Pachakuti que es un movimiento díscolo que no está ni a favor de Correa, ni ahora de Lenín Moreno?
Respecto de lo primero estoy absolutamente convencido que no va a ocurrir. Conozco a Andrés Arauz desde hace mucho tiempo y además si él fuera una persona que fuera a traicionar ya lo hubiera hecho en estos cuatro años, se hubiese quedado con Moreno y al contrario ha sido perseguido por su lealtad con Rafael Correa y al pueblo ecuatoriano. Respecto de la mayoría en la Asamblea, tenemos algunas estimaciones que nos hacen pensar que es muy posible que alcancemos una mayoría en la Asamblea Nacional y esto es importante porque para gobernar es importante tener una mayoría legislativa, esperamos alcanzarla, pero todas las encuestas indican que estaríamos al menos cerca de tener el 50% de los votos para conformar una Asamblea que pueda apoyar y respaldar el gobierno de Andrés Arauz y por último respecto del tema de Yakú Pérez, puedo decirte en primer lugar que él no se llama Yakú Pérez, ese nombre se lo cambió, él se llama Carlos Pérez, es un mestizo que para tratar de parecer indígena se cambió el nombre y el peinado. En el movimiento indígena, igual que entre los afrodescendientes y otros hay gente de derecha, izquierda o de centro, Carlos Pérez es un hombre de derecha sin dudas y quiero agregar que él no recibió apoyo de las movilizaciones de 2019, él no condujo esas movilizaciones, fueron otros dirigentes indígenas los que estuvieron al frente, pero no Yakú Pérez que no tiene una capacidad importante de movilización.