Las personas que quieren dejar de fumar se sentirán probablemente reconfortadas por las evidencias científicas que aporta una revisión sistemática publicada en la Biblioteca Cochrane. Esta nueva revisión señala que dejar de fumar durante, al menos, seis semanas podría mejorar el bienestar mental, al reducir la ansiedad, la depresión y el estrés. Además, no es probable que las relaciones sociales de estas personas se resientan al abandonar este hábito.
El tabaquismo es la principal causa de enfermedades y muertes evitables del mundo. Uno de cada dos fumadores morirá de una enfermedad relacionada con el tabaco, a menos que deje de fumar. Algunas personas creen que fumar ayuda a reducir el estrés y otros síntomas psicológicos y que dejar de fumar podría empeorar sus problemas de salud mental. Estas personas pueden también estar preocupadas por si dejar de fumar tendrá un efecto negativo sobre sus amistades y su vida social.
Sin embargo, lo que esta revisión ha encontrado es que las personas que dejan de fumar durante, al menos, seis semanas sintieron menos depresión, ansiedad y estrés que las personas que siguieron fumando. Quienes dejaron de fumar también experimentaron más sentimientos positivos y un mayor bienestar psicológico. Dejar de fumar no tuvo efecto en la calidad de las relaciones sociales de las personas y es posible que abandonar este hábito esté asociado con una ligera mejoría del bienestar social.
Más de un centenera de estudios
Esta revisión resume la evidencia de 102 estudios observacionales con más de 169.500 participantes. Los autores de la revisión combinaron los resultados de 63 de estos estudios que compararon los cambios en los síntomas de salud mental de las personas que dejaron de fumar con los cambios que se produjeron en aquellas que continuaron fumando. También combinaron los resultados de 10 estudios que midieron el número de personas que presentó un trastorno mental durante el estudio. En los estudios participó un amplio abanico de personas, incluidas personas con enfermedades mentales y con enfermedades físicas de larga duración. El periodo de tiempo de seguimiento de los participantes varió, siendo el más corto de seis semanas, aunque en algunos estudios el seguimiento duró hasta seis años. La certeza de la evidencia varió de muy baja a moderada.
“Hemos encontrado que dejar de fumar se asocia con una mejoría del estado de ánimo de entre leve a moderada. Los beneficios de dejar de fumar sobre el estado de ánimo parecen ser similares en una gran variedad de personas y, lo más importante, no hay motivos para temer que aquellas con problemas de salud mental experimenten un empeoramiento de su salud si dejan de fumar”, explica la autora principal de esta revisión, la doctora Gemma Taylor del Grupo de Adicción y Salud Mental de la Universidad de Bath. “La confianza que tenemos en el tamaño del beneficio es limitada, debido a la manera en que se diseñaron los estudios. Los estudios futuros que puedan superar estas dificultades reforzarán sobremanera la evidencia acerca de los efectos de dejar de fumar sobre la salud mental”.
Y añade Taylor: “A muchos fumadores les preocupa que abandonar este hábito altere sus relaciones sociales y les produzca un sentimiento de soledad. Pero pueden estar tranquilos, ya que dejar de fumar no parece tener un efecto negativo sobre la calidad de vida social. A estas personas también puede preocuparles que dejar de fumar sea estresante; pero la evidencia muestra que el estrés se reduce en las personas que dejan de fumar y que es probable que existan efectos beneficiosos a largo plazo para la salud mental de las personas”.
Esta revisión ha sido realizada por un equipo de investigadores de las universidades de Bath, Birmingham y Oxford del Reino Unido, y la de Nueva York, en estados Unidos.