Se trata de uno de los mayores desastres sufridos por este país. Decenas de miles de personas estaban reunidas en el Monte Merón, al norte de Israel, en una peregrinación religiosa, cuando tuvo lugar una gigantesca estampida: por lo menos 44 personas murieron y más de 150 resultaron heridos, algunos de ellos en estado crítico.
“Es un día que se va a recordar durante mucho tiempo”, comentó a RFI Daniel Askenazi, rabino principal de Barcelona.
La peregrinación se da en el marco de los festejos religiosos de ¨Lag Baomer¨. “En la época del siglo II, había un rabino que tenía 24.000 alumnos. Murieron en una pandemia y solo sobrevivieron 5. Uno de estos sobrevivientes, Rabbi Shimon Bar Yojai, falleció en esta fecha que se conmemora”, explica el rabino Askenazi.
Decenas de miles de judíos religiosos llegan en este día para postrarse ante la tumba de Rabbi Bar Yojai, uno de los líderes de la rebelión contra los romanos y autor del Zohar, principal Libro de la Cábala. Los fieles creen que su adoración tiene el poder de hacer milagros.
Se trata de una fiesta con música, bailes e incluso a veces matrimonios. “Lo que debía ser un día de fiesta, un día alegre, se convirtió en un día de tristeza”, lamenta el rabino Askenazi.
La catástrofe se produjo en una avalancha incontrolada en un predio sagrado. ¨La gente tropezó en los escalones y empezó a caer sobre quiénes ya habían bajado¨, dijo un testigo. Otros gritaban que no podían respirar.
“Enorme desastre en el Monte Merón”, tuiteó en hebreo el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, durante la noche, pidiendo a la población que “rece para salvar a los heridos”. “Todo Israel reza por la recuperación de los supervivientes”, se hizo eco el líder de la oposición, Yair Lapid, diciendo que seguía “con ansiedad” la situación.
¿Demasiada gente?
“Asumo toda la responsabilidad de estos acontecimientos para bien y para mal. Y estoy preparado para cualquier investigación. Nos hemos preparado para todos los escenarios. Hemos colocado la cuestión de la seguridad pública sin concesiones a la cabeza de todas nuestras preocupaciones. Estos hechos han ocurrido y estamos recibiendo información de los medios de comunicación, de rumores, de vídeos que no se basan en nada. No tienen ninguna relación con la realidad. Puedo decirle que ahora estamos reuniendo las pruebas para llegar a la verdad”, dijo el viernes por la mañana el jefe de policía de la región norte, el general Shimon Lavi.
Las autoridades habían autorizado la presencia de 10.000 personas en la tumba, pero, según los organizadores, se fletaron más de 650 autobuses procedentes de todo el país, lo que representa un mínimo de 30.000 personas, mientras que la prensa local informó de que había 100.000 personas en el lugar.
Se trata del primer evento de concentración masiva en Israel desde que el país declaró el regreso a la normalidad y el fin de la pandemia.