Preocupación internacional se ha generado por la situación que se está dando durante las últimas horas en Jerusalén, donde a partir de una serie de manifestaciones decenas de palestinos han quedado heridos.
Desde la Unión Europea se emitió un comunicado solicitando a las autoridades israelíes actuar con urgencia para reducir las tensiones y, en particular, solicitaron que cesen las provocaciones en la zona de la Explanada de las Mezquitas.
Sobre esta situación se refirió el académico de la Universidad de Chile, Mauricio Amar, quien explicó que justamente la próxima expulsión de personas palestinas del barrio Sheij Jarrah es el hecho que ha agravado la situación local.
“Se aproxima la fecha en que esas personas, que de acuerdo al Estado de Israel no poseen derecho de vivir ahí, van a ser expulsadas, y en su lugar sus casas van a ser habitadas por colonos israelíes. Eso significa un reforzamiento por parte de Israel de una política de limpieza étnica sobre los palestinos, y que está sustentada sobre todo en la fuerza que ha tomado en el último tiempo el sionismo religioso, es decir, el fundamentalismo judío que avanza sobre los derechos de las poblaciones palestinas que viven en Jerusalén”, expresó.
Además, el magíster en Género y Cultura comentó que dado el contexto actual es de esperar que la situación pueda continuar agravándose durante los próximos días, en especial por dos motivos.
“En primer lugar porque efectivamente Israel intenta llevar a cabo, a pesar de la presión internacional, la expulsión de los habitantes de Sheij Jarrah, pero al mismo tiempo estamos presenciando una invasión directa del ejército israelí sobre los lugares sagrados del Islam, donde la mayoría de la población palestina es musulmana y se siente profundamente violentada por este ingreso a la Explanada de las Mezquitas. Esa es una cuestión que puede causar una explosión de violencia mucho mayor”, dijo.
Y agregó que “a la par de eso también hay otro tema que es que desde hace ya algunos meses ha ido en aumento: la violencia de los judíos fundamentalistas, de los sionistas religiosos, contra población civil palestina en distintos lugares de la Palestina histórica e incluso dentro del estado de Israel. Esa cuestión ha sido documentada a través de videos, incluso los mismos colonos han ido subiendo imágenes de los ataques que cometen sobre población civil. Eso puede ser también una situación que lleve a un punto mucho más álgido”.
Respecto de si la presión internacional que se está generando podría influir en algo en la posición de Israel, el especialista en Medio Oriente y en el conflicto palestino-israelí señaló que eso es bastante difícil, pues históricamente Israel no ha tenido mayor consideración respecto a esos pronunciamientos.
“Siempre es difícil esperar que la comunidad internacional ejerza algún grado de presión, Israel es el Estado que más veces ha violado las resoluciones de Naciones Unidas, el que menos respeta el derecho internacional. Es muy difícil esperar que exista una presión efectiva, sobre todo teniendo en cuenta que lo que hoy estamos presenciando es el avance de una política que comienza en 1948, es una política de limpieza étnica y del establecimiento de un Estado de apartheid sobre la población palestina, de largo aliento”.
“Israel lo ha implementado desde 1948 y se mantiene hasta el día de hoy bajo distintas formas, y todo eso lo ha hecho pasando absolutamente por el costado de la comunidad internacional, sobre todo porque Israel sabe que cuenta con el apoyo de EE.UU”, añadió el académico de la Universidad de Chile.
Finalmente, sobre la crisis que la pandemia del Covid-19 ha provocado en la población palestina, en contraste con el éxito que ha tenido Israel en su control, Mauricio Amar explicó que estas diferentes realidades son lo esperado en un contexto como el que se vive en la zona.
“La pandemia nos pone a todos en una situación de prueba respecto a nuestras capacidades para atender las necesidades de la población, a todos los países del mundo. Pero Palestina es un país que vive bajo una ocupación militar que sistemáticamente, además, viola la Cuarta Convención de Ginebra que establece que las potencias ocupantes deben hacerse cargo de los pueblos ocupados y de sus necesidades. Pues bien, aquí ocurre algo totalmente contrario. La potencia ocupante, que es Israel, no solo viola sistemáticamente los derechos de los palestinos, sino que además impide en este caso que puedan acceder a las vacunas para el COVID”.
“Eso es simplemente un síntoma de un apartheid, es decir, una realidad en la que se ha ido creando una sociedad que domina a otra, que la segrega, que la discrimina profundamente y que, evidentemente, les impide acceder a cuestiones básicas, a necesidades básicas. ¿Qué podemos esperar de un Estado que segrega a una población a través de carreteras separadas, de un Estado que ocupa a otro creando asentamientos ilegales?”, complementó.
“¿Qué podríamos esperar en una situación como la del COVID sino otra manifestación más de esas políticas de apartheid?”, finalizó el académico.