Palestina bajo ocupación

  • 12-05-2021

A sólo un par de días de la 73° conmemoración del Nakba, o la catástrofe palestina, nos encontramos, una vez más, con información errada, con un lenguaje incluso inapropiado que no se preocupa por dejar en claro que esta nueva escalada de violencia en territorios ocupados palestinos tiene como protagonistas a un pueblo ocupado y a un ocupante. Un enclave colonial, uno de los últimos, enquistado en una región culturalmente rica y diversa desde su más temprano origen.

No se puede jugar al empate ni tratar de relatar los hechos en base a simetría cuando hay dos actores tan dispares. Por un lado tenemos una potencia ocupante, con un ejército profesional, preparado y dotado de material bélico; por otro lado población civil. Es bueno explicitar que los palestinos no cuentan con ejército alguno. A quienes vemos a través de las redes sociales, y de los medios de comunicación formales enfrentándose en las calles de Jerusalén, es precisamente a uno de los ejércitos mejor dotados del mundo contra población civil.

Para precisar respecto al lenguaje, esto significa que se enfrenta ocupante contra ocupado; no se toman prisioneros, sino que se secuestra; no se generan daños colaterales, sino que se asesina; no se está en una guerra, sino ante una política de apartheid, discriminación y segregación de la población palestina, que se extiende ya por 73 años.

Invitamos a todos quienes creen en la justicia y en los Derechos Humanos, de manera inalienable, a sumarse a una de las causas más justas. ¿Cómo?, enterándose de lo que hoy ocurre en Palestina desde distintas fuentes, empatizando con una población que vive bajo ocupación a diario, anhelando y abogando junto a nosotros por una Palestina libre y soberana.

Imagen: Periódico Al Ayyam

El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no refleja necesariamente la posición de Diario y Radio Universidad de Chile.

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