La nueva comisión no sólo debe investigar el último conflicto en Gaza, sino que debe estudiar todas las causas de las tensiones recurrentes en los territorios ocupados, incluido Jerusalén Oriental, con el objetivo de recopilar pruebas para su posible enjuiciamiento.
Los países occidentales se opusieron o se abstuvieron por considerar el texto demasiado favorable al grupo islamista Hamás, mientras que un gran número de países africanos y sudamericanos apoyaron la resolución.
Anteriormente, la Alta Comisionada para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, afirmó que los ataques israelíes contra Gaza podrían constituir crímenes de guerra si los civiles son atacados indiscriminadamente.
El Alto Comisionado también denunció, más o menos en los mismos términos, el lanzamiento de cohetes por parte de Hamás. Demasiado poco a los ojos del representante israelí, que lamentó que el Consejo de Derechos Humanos perpetúe la idea de que se pueden comparar las acciones de Hamás y las de Israel.