Por más de cuatro años, el escritor Francisco Ortega y el ilustrador Félix Vega trabajaron en un proyecto que tenía por objetivo narrar los horrores de la dictadura, pero de manera ficcionada y centrada en la figura de Pinochet. De esa manera, surgió una novela gráfica que acaba de ser publicada por Editorial Planeta. ¿Su nombre? Los fantasmas de Pinochet.
El texto de 136 páginas fue el resultado de un largo proceso de documentación en el que los creadores decidieron abordar la biografía del dictador así como el régimen militar desde una perspectiva crítica.
En específico, el libro se sitúa en los últimos días de Pinochet en Londres. Allí, el militar es visitado por su fantasma en un ambiente apocalíptico. De esa manera, emergen hechos claves de la historia del siglo XX en Chile, lo que confluye en un relato híbrido entre novela histórica y novela de terror.
“Encerrado en la capital inglesa, los recuerdos y miedos de Pinochet se convierten en espectros que no tardarán en llevarlo de regreso a Chile, a su muerte y más allá”, dice la reseña del libro.
“Es curioso lo que ocurre con Pinochet. Es un personaje del cual se ha hablado mucho, pero hay muy poco trabajo narrativo alrededor de su personaje”, dijo Francisco Ortega en conversación con Antonella Estévez en el programa Semáforo.
“El villano es un personaje muerto de miedo. Es un miedoso, un tipo aterrado. En el tercer acto, el juicio, los asesinados se levantan y se envalentonan, mientras este personaje se va achicando. Todos los diálogos que tiene con Allende son claves”, adelantó el escritor, para quien la novela ayuda a la memoria histórica, pero con una cuota de fantasía. “Me gustaría que este libro entrara a los colegios”, sostuvo.
Por su parte, el ilustrador Félix Vega manifestó que la obra no revictimiza a los afectados por la dictadura. “Lo que hicimos fue empoderarlos desde su categoría de víctimas, visualmente. Es un trabajo gráfico, similar a lo que sería la iconografía religiosa. El martirio se muestra desde una óptica que no es obscena”, dijo.
“Eso era muy importante para nosotros, no caer en el morbo, en esa arma de doble filo. Lo conversamos mucho”, apuntó.
El ilustrador también confesó que muchas de las viñetas fueron creadas en medio de momentos muy emotivos y de profunda reflexión. En ese sentido, indicó que, al final del proceso, terminó familiarizándose con el dictador de manera muy extraña: “Vas memorizando todas sus arrugas, la forma de los ojos, sus gestos y eso hace que dimensiones el personaje de una manera bien cercana y eso, justamente, a pesar de ser desagradable”, compartió.
Los fantasmas de Pinochet ya se encuentra en las principales librerías del país y puede ser adquirido de manera virtual.