La Facultad de Economía y Negocios (FEN) de la Universidad de Chile junto al Colegio de Ingenieros de Chile elaboraron el estudio ¿El teletrabajo llegó para quedarse en Chile?, en el que participaron los académicos del Departamento de Control de Gestión y Sistemas de Información de la FEN Christian Cancino y Freddy Coronado, y los colegiados Matías Smith, Nayty Beltrán, Sergio Raby, Miguel Seguel, Daniel Tello y Alberto Ureta.
En el documento, se explica que dos eventos han generado cambios importantes en la modalidad de trabajo: estallido social y la crisis sanitaria, provocada por el Covid-19, lo que ha derivado en un avance importante del teletrabajo no solo en Chile, sino que en el mundo.
Al cambiar la forma de trabajo, un importante número de organizaciones han debido acelerar sus procesos de transformación digital, lo que podría derivar en un aumento de la inversión en esta área y “afectar positiva o negativamente a la productividad, el compromiso y el rendimiento de los trabajadores, según cada contexto”, se señala en el estudio, al igual que modificar la inversión que podrían realizar las compañías para adaptarse a este nuevo esquema.
Basado en una encuesta realizada entre octubre y noviembre de 2020 que respondieron 159 empresas de diversos tamaños y sectores en el que predominan empresas del rubro de entrega de servicios profesionales, científicos y técnicos (44), seguidas por la industria educativa (18) y construcción, este estudio revela las acciones tomadas por los directores de empresas, con respecto a la inversión en tecnología y capacitación. Asimismo, da cuenta de las expectativas de los empleadores sobre el nivel de productividad de los trabajadores y de los empleados sobre esta nueva forma de trabajar, bajo el actual contexto de pandemia.
Inversión en tecnología
Respecto a las expectativas de inversión en infraestructura tecnológica, bajo la posibilidad de mantener la modalidad de teletrabajo o aplicarla en mayor medida en un futuro cercano, un 62,26% señaló que aumentó su inversión. “Muchas de las empresas que aplicaron la modalidad, pensando en ella como una respuesta a las contingencias se han percatado de la posible repercusión de esta modalidad de cara al futuro, en especial en el aspecto de competitividad en el mercado”, señala el estudio.
Un 37,74% no espera realizar una inversión a futuro. Esto se debe a que una porción de empresas, ya sea por la naturaleza de la industria a la que pertenecen, su tamaño, o inversiones significativas en este aspecto, espera volver a una “normalidad”, donde predomina el trabajo presencial.
Sobre la externalización de parte o la totalidad de su infraestructura tecnológica, un 74,21% de los encuestados señaló que no externalizará la infraestructura tecnológica. Entre los principales aspectos que buscan externalizar, se encuentra la gestión de datos en la nube (e-cloud), los sistemas de gestión administrativos, la automatización de procesos y las conferencias de audio y video, que son “aspectos fundamentales en el modelo de teletrabajo, lo que demuestra que las empresas que realizan este proceso están enfocando sus esfuerzos en fortalecerse el trabajo a distancia”, dice el estudio.
La seguridad de la infraestructura y sus funciones también es un aspecto esencial de cuidar en la aplicación de teletrabajo, tanto en la digitalización de los procesos, como en el comportamientos de los trabajadores. En cuanto a la motivación que tienen los directivos para invertir en ciberseguridad, se encuentra la continuidad de las operaciones (52,83%), aumentar la confianza con los clientes (15,09%) y satisfacer los requerimientos de estos mismos (11,32%).
“Muchas de las preferencias de inversión están ligadas a apoyar la continuidad de las operaciones de las empresas, para dar ciertas garantías de las operaciones a los clientes. Los aspectos de confianza y cumplimiento con los clientes están relacionados con la evolución del negocio”.
Entorno de los trabajadores
Un aspecto a destacar, se asocia a los sistemas de registro de horario en teletrabajo. Un 65,41% de los encuestados no lo ha aplicado; mientras que un 21,38% lo ha hecho parcialmente, bajo un sistema que entrega un cierto grado de libertad a los trabajadores.
“En la mayoría de los casos que han aplicado la modalidad de teletrabajo no ha existido la necesidad de la aplicación de un sistema de horario estricto, o en su defecto, es una alternativa poco efectiva de aplicar, debido a que muchas de las labores no son constantemente controladas, bajo el cumplimiento de horario. Se espera, bajo una lógica de mayor confianza, que se cumpla con las labores encomendadas”, se indica.
En relación a la aplicación de un sistema de supervisión, un 46,54% de los encuestados mencionó que no se ha implementado un sistema de control; mientras que un 37,11% dijo tener una supervisión directa de un superior; un 9,43% específica que se supervisa, aunque no señala la unidad que controla y un 5,66% señala que supervisa un equipo de control interno.
“Tendremos que preguntarnos si ese 46,54% no lo ha hecho, porque no ha tenido tiempo para instaurarlo, o la confianza en sus equipos en fuerte y no lo necesita”, se indica.
En relación a las iniciativas que deberían sumar las organizaciones, las preferencias se inclinan por iniciativas asociadas al bienestar y a la correcta adaptación de los empleados a la nueva modalidad del teletrabajo. En los cinco primeros puestos, los encuestados destacan la realización de capacitaciones relacionadas a la salud de los trabajadores, actividades que refuercen el sentido del teletrabajo, capacitaciones ligadas a la realidad del teletrabajo, generación de espacios para los trabajadores e instancias de distensión para los trabajadores.
Se trata de una modalidad nueva, por lo que las empresas buscan apoyar la adaptación de los trabajadores, lo que ayuda a la correcta implementación del modelo de teletrabajo en las empresas, se explica.
Respecto a la importancia de considerar o no el contexto familiar de los empleados en la implementación de medidas en el teletrabajo, más del 80% de los encuestados cree que debe considerarse el contexto personal.
“Es relevante recalcar este punto, dado que las empresas son conscientes de que cada uno de sus empleados puede tener una realidad distinta. Más importante aún es que sí están destinando esfuerzos a ayudar a sus colaboradores en este sentido”.
En relación a si las organizaciones han evaluado modificar de manera permanente la jornada laboral de los empleados o si planean realizarlo a futuro, un 57,87% de los encuestados respondió que prefiere parcial o totalmente modificar la jornada laboral.
Sobre el nivel de satisfacción de los empleados respecto al teletrabajo, “un 68,55% de los encuestados respondió con nota 6 o 7, donde 1 es insatisfactorio y 7 muy satisfactorio.
Productividad
Sobre las expectativas que tienen los empleadores de la productividad de los empleados, un 52,83% considera que se mantendrá en los mismos niveles históricos.
“La implementación de la modalidad de teletrabajo en conjunto con otros factores ha ocasionado que las expectativas de las empresas se mantengan optimistas e incluso que algunas piensen que estarán en un nivel de productividad mayor, lo que puede estar relacionado a que las empresas están detectando oportunidades en medio de las consecuencias ocasionadas por el estallido social y la pandemia Covid-19, pudiendo obtener alguna ventaja en el mercado que compiten”.
En relación a la proyección del teletrabajo, “más del 70% de las empresas encuestadas espera hacer un cambio de su proporción de trabajadores presenciales y remotos en al menos un 20% de su dotación hasta llegar a un posible 60%”.
Este apartado es fundamental, pues da cuenta que “las empresas están evaluando seriamente la posibilidad de transformar una parte considerable de su flota presencial a trabajadores que realicen labores a distancia”.
El estudio señala que “los resultados deben ser analizados con cautela. Primero, las respuestas no pueden ser extrapolables a la realidad de diversas empresas en Chile, pues existe sesgo de un gran número de respuestas que son de directores de empresas ubicados en la zona central del país. Segundo, han pasado varios meses desde el comienzo del estallido social y de la pandemia Covid-19 que se mostró como un impulsor de la transformación digital y el avance del teletrabajo, no obstante, aún faltan meses y años para conocer si las empresas tomarán una decisión rotunda y consistente con aumentar su inversión en nuevas tecnologías de información y comunicación que abracen e impulsen las actividades de cada organización bajo una modalidad de teletrabajo”.
Pese a ello, se añade que “los motivos por los cuales las empresas proyectan aumentar la implementación del teletrabajo, tales como un aumento en la competitividad de mercado, facilidad al momento de realizar las labores, disminución de costos en diversos aspectos, entre otros, se debe destacar el impacto que ha tenido el teletrabajo, a tal punto que se transformó en una modalidad que llegó para quedarse”.