“Si los datos están disponibles en formatos abiertos y son de fácil acceso, pueden ser usados y reutilizados; si se vinculan entre sí, es posible formar una red integrada, generando decisiones eficientes, pertinentes y oportunas, sobre todo basadas en evidencia. Lamentablemente, la realidad en nuestro país aún está distante de todo lo descrito”, afirmó la presidenta del Consejo para la Transparencia (CPLT), Gloria de la Fuente, al referirse al crecimiento exponencial de la generación de datos públicos y que se ha profundizado con la pandemia.
La titular del CPLT destacó una serie de casos en que se evidencia un “déficit en materia de integración de datos públicos” y agregó que esto queda “claramente ejemplificado en la permanente crítica que han realizado diversos expertos y académicos al acceso con oportunidad y completitud a datos relativos a la evolución y otras dimensiones de la pandemia por Covid-19”. Asimismo, ejemplificó las dificultades de algunas instituciones, como Defensoría de la Niñez, para contar con información específica y oportuna para el cumplimiento de sus funciones.
Estas cuestiones, comentó, “ralentizan y dificultan la labor que deben prestar las entidades públicas, por lo que se avanzar en la interoperabilidad de bases de datos en el ámbito estatal.
Como parte del diagnóstico, De la Fuente subrayó que en Chile “el crecimiento exponencial de la producción de datos públicos no ha ido de la mano con una infraestructura adecuada para disponibilizarlos y utilizarlos”. A ello se suma la falta de un marco normativo idóneo en materia de protección de datos personales, lo que calificó -en una columna de opinión- como “clave para el necesario equilibrio entre uso eficiente de los datos y el cuidado de la privacidad de las personas”.
Apuntó que en un Estado moderno y transparente éste “tiene el potencial mediante una infraestructura integrada de datos públicos, de utilizar dicha información para mejorar la calidad de vida de la ciudadanía”.