El próximo lunes 27 de septiembre, las multisalas iniciarán las celebraciones por el Día del Cine. La fecha es vista con optimismo desde la Cámara de Exhibidores de Multisalas de Chile (CAEM), ya que, hasta ahora, el sector no ha logrado sobreponerse a la crisis económica que acarreó la pandemia. Por ello, en esta oportunidad, el festejo se extenderá, excepcionalmente, hasta el 29 de septiembre con un fuerte llamado a regresar a las salas de manera presencial.
El martes recién pasado, el Ministerio de las Culturas informó que, este año, el público podrá acceder a Cinépolis, Cinemark, Cineplanet, Cinestar y Muvix, entre otros, con precios que van desde los $1.500. Las entradas podrán ser adquiridas de manera virtual en una preventa que iniciará este 23 de septiembre. El ingreso a las salas sólo podrá efectuarse con el pase de movilidad.
En ese sentido, la ministra de las Culturas, Consuelo Valdés, destacó el hito y llamó a asistir, presencialmente, a las exhibiciones: “Ha sido un periodo tremendamente duro para toda la industria del cine, la promoción del cine, la exposición del cine. La verdad es que venir al cine es una experiencia inigualable”.
Sin embargo, desde los espacios independientes expusieron sus críticas en torno al evento. Teresita Ugarte, directora de la Red de Salas de Cine de Chile, señaló que, en la práctica, los cines independientes no se ven beneficiados con este hito y que, sin ir más lejos, nunca han sido invitados a participar de la actividad.
Según manifestó, esta celebración sólo favorece a las grandes cadenas de exhibición, lo que es lamentable si se considera la lenta reactivación que ha tenido la industria audiovisual: “Actualmente, sólo cuatro salas independientes están abiertas, lo que ha sido bien duro”.
“La reactivación para los cines independientes ha sido muy difícil. De las 13 salas que son parte de nuestra Red, tres tienen problemas con su proyector. Han habido ciertas fallas y los proveedores no están respondiendo. Además, hay seis salas que no cuentan con espacios propios para proyectar y dos salas que no pudieron seguir pagando su arriendo”, señaló.
Teresita Ugarte también lamentó que el Ministerio de las Culturas no haya auspiciado proyectos de reactivación para las salas independientes y sostuvo que, aunque nunca se han sentido parte de esta celebración, habría sido importante dar una señal de apoyo para el sector: “Con este tipo de gestos uno se siente invisibilizado”.
“Nosotros somos los espacios que cumplen con la política audiovisual, hacemos talleres de formación de audiencias, pero en momentos como la pandemia, hemos sentido casi un nulo apoyo en el sentido de ni siquiera acercarse para ver cómo estamos”, criticó.
Por su parte, Hans Stange, académico del Instituto de la Comunicación e Imagen de la Universidad de Chile y editor de la revista Primer Plano, manifestó que el Día del Cine funciona más como un evento publicitario que como una actividad de fomento cultural.
“Lo que va a ocurrir la próxima semana esencialmente es como un Cyberday del cine. Entiendo que eso lo haga el director de la cámara de comercio cinematográfico, lo que es llamativo es que eso vaya acompañado, por ejemplo, de declaraciones de la ministra de las Culturas”, dijo.
“No tiene ningún significado como hito de recuperación de la cultura en pandemia. Es una movida comercial, lo que en sí mismo no está mal, pero llama la atención que no haya actividades de respaldo para el cine nacional o para otro tipo de actividades que son realmente actividades de reactivación y recuperación cultural”, indicó el académico.
En esa línea, el profesional expresó que “cada vez que se cierra una sala independiente, se cierra la posibilidad de ver la enorme variedad cinematográfica” que es constantemente invisibilizada por las distribuidoras comerciales.
En esta oportunidad, el Día del Cine apuesta por una cartelera, en la que destacan títulos como El Escuadrón Suicida, Venganza Implacable, Rápidos y Furiosos 9, oferta que no se condice con el posicionamiento internacional del cine local. En ese sentido, Hans Stange lamentó la ausencia del cine chileno, reafirmando la idea de que el evento “no tiene una connotación cultural”.
Hasta ahora, pese a que no hay cifras oficiales, se estima que las pérdidas en la industria audiovisual son millonarias. Desde las salas independientes señalaron que, en ese sentido, es urgente generar incentivos para el sector, sobre todo, porque los aforos establecidos en los protocolos sanitarios aún no permiten que los proyectos sean cien por ciento sostenibles.
Los casos más críticos se darían en regiones. En Chillán, por ejemplo, acaba de cerrar el icónico cine independiente The OZ, lo que es visto como una señal de alerta entre las y los gestores. “Todos queremos seguir trabajando, pero hay un escenario súper complejo”, concluyó Teresita Ugarte.