Cristóbal Gumucio, director de Matucana 100: "La política en cultura tiene que ser de Estado, de largo plazo y eso hoy no lo veo"

El próximo 26 de octubre, el centro cultural Matucana 100 celebrará 20 años. El festejo se da en un momento repleto de cambios y desafíos: “En estos contextos complejos, no sabemos cómo va a venir la economía del futuro, entonces, hay que estar preparados para navegar en corrientes diversas", sostiene el director ejecutivo del espacio.

El próximo 26 de octubre, el centro cultural Matucana 100 celebrará 20 años. El festejo se da en un momento repleto de cambios y desafíos: “En estos contextos complejos, no sabemos cómo va a venir la economía del futuro, entonces, hay que estar preparados para navegar en corrientes diversas", sostiene el director ejecutivo del espacio.

El director ejecutivo del Centro Cultural Matucana 100 (M100), Cristóbal Gumucio, sabe que los últimos años han sido difíciles para la gestión cultural. El levantamiento de 2019, la crisis sanitaria y la virtualización de las prácticas artísticas fueron hechos claves que modificaron toda la escena local, desafiando tanto a las y los creadores como a los espacios de difusión artística.    

Según dice, M100 logró adaptarse y ya no existen quejas respecto de las restricciones. Por el contrario, hoy el centro cultural posee una extensa cartelera que comprende actividades vinculadas a disciplinas como las artes visuales, la música, el cine y las artes escénicas.  

En definitiva, se trata de una completa programación que este 26 de octubre se renovará frente a la conmemoración de los 20 años del espacio. De ese modo, el 28 de octubre el centro cultural estrenará la obra Magallanes de la compañía Tryo Teatro Banda, mientras que el 5 y 6 de noviembre se realizará una nueva versión del festival MFEST que este año contará con 20 artistas que fueron seleccionados a partir de una convocatoria inédita. Prehistóricos, Chico Bestia, Aura Bae, Lolein, Solución Violeta, Playa Gótica, Entrópica, Francisco Victoria, Chini.png, Sonora de Llegar y Catana, K-efe, entre otros, serán parte de este encuentro.  

“La idea era hacer actividades en todas disciplinas que trabajamos y estamos muy contentos, porque era una coyuntura muy compleja para celebrar los 20 años”, comenta Cristóbal Gumucio respecto del aniversario del centro cultural. 

“Aún así, hemos podido desarrollar el calendario con aforos más acotados, pero entendiendo que es lo que hay. Ya no nos quedamos en la queja o no nos limitamos, sino que activamos con lo que hay”, explica. 

Magallanes

M100 tiene una larga historia de resistencia artística. Bajo tu dirección, ¿Cómo ha sido esa experiencia de resistencia cultural?

Matucana se ha hecho siempre con los artistas y siempre ha sido un espacio abierto. Eso es parte del ADN del espacio. En esa perspectiva, la pandemia nos desafió a no parar y tuvimos que rehacernos y repensarnos. Fue un desafío importante. 

Ahí ustedes se rearmaron súper rápido…

Ninguno estaba muy preparado y, en ese diagnóstico, nos dimos cuenta de que en lo digital y audiovisual estábamos muy en pañales. Los registros que teníamos eran de archivo, muy pobres. Entonces, rápidamente tomamos las redes sociales para conectarnos con los públicos y los artistas. Eso fue algo que vimos como urgente. Ahí, con el paso del tiempo, fuimos sofisticando los procedimientos y los mismos artistas se fueron desafiando en cómo hacer producciones digitales atractivas. 

En un momento se afirmó que la virtualidad llegó para quedarse ¿Cómo observa este fenómeno que permeó la creación artística?  

En el arte contemporáneo esto ya sucedía, pero hoy hay muchos artistas visuales que son pintores, pero al mismo tiempo hacen instalaciones, videos, música. Entonces, es una práctica más dislocada y lo que ha hecho la digitalización es permitir nuevas alternativas de creación. Pero creo que hay que esperar un poco para ver qué queda de esto, qué se consolida y qué cosas fueron solo pasajeras. ¿Qué va a quedar del teatro por Zoom? Lo que sí creo es que los procedimientos de creación cambiaron el escenario, pero el diagnóstico vamos a tener que verlo en un poco más de tiempo. 

Pareciera que estamos todavía en una etapa de transición.

Si, el fenómeno todavía está muy encima. Cuando pasen 10 ó 15 años vamos a tener todo esto decantado y lo podremos ver en perspectiva. O sea, las artes también tienen una respuesta inmediata a la contingencia, pero hay respuestas que requieren tiempo. Lo que creo es que sin duda el escenario cambió. El mundo está muy cambiado y no es solamente por la pandemia. Aquí confluyen muchas cosas y muy fuertes. Entonces, es una necesidad fundamental el ser flexibles, estar preparados para un mundo muy dinámico, que cambia con una velocidad mucho mayor a la de décadas anteriores. En ese sentido, uno tiene que, pensando en Matucana y otras instituciones culturales, armar instituciones más sustentables, resilientes, más flexibles y que se adapten a circunstancias complejas. 

matucana100

Para 2022 se proyectan nuevos recortes en el presupuesto de cultura. ¿Cómo esta disminución afecta a Matucana 100?

Nosotros tenemos un presupuesto de continuidad,  pero sin reajuste del IPC. Viendo el panorama económico, eso me preocupa. No me meto en el contexto del retiro, pero ya el tema de la inflación apremia, porque, al final del día, ese es un recorte no tan evidente. Desde ahí vemos una preocupación. Además, desde hace mucho tiempo venimos diciendo que con la pandemia hay dos sectores que se vieron muy fragilizados: el turismo y el sector cultural, por una cosa evidente. Pero el sector cultural es un sector mucho más frágil y precario. En ese sentido hubiera esperado una inyección de presupuesto mucho más fuerte, entendiendo que había que ponerle una inyección para reactivar. Entiendo que el presupuesto tenía que ser austero, pero en el sector de cultura no tenía que ser acotado. Ahí tengo una posición más personal de que había que hacer una inyección fuerte de recursos para volver a lo que estábamos. La Dipres, los economistas todavía no terminan de entender la cultura y el arte y su sistema de funcionamiento. Ahí tenemos un desafío como sector de ir instalando la importancia de la cultura y de cómo funciona. 

¿Qué pasa con la cartera de Cultura que no logra accionarse e ir en ayuda del sector? ¿Cómo interpreta esto? 

Lo interpreto entendiendo que la cultura y el arte no lo ven como un bien esencial. Para muchos economistas esto es como un gasto o algo que tiene que estar casi decorativo. Les falta leer historia, entender cómo se armó la República, ahora que estamos en proceso constituyente. La política en cultura tiene que ser de Estado, de largo plazo y eso hoy no lo veo. Esta es una pelea que es difícil de dar, pero que hay que darla, concientizar un poco a quienes toman las decisiones. 

¿Cuál es el principal desafío que se instala para Matucana 100 en el marco de la celebración de sus 20 años? 

No es que partamos ahora, pero un desafío es el cómo hacemos nuestra acción de vínculo con lo nacional, con el territorio y con lo internacional. Eso tenemos que intensificar quizás, en la etapa venidera. Después está el tema de cómo los espacios se abren para los procesos ciudadanos. Ahí nosotros hicimos un cabildo abierto con el propósito de pensar los espacios culturales más allá de las artes, sino como espacios de reflexión de los grandes temas. Otro tema que viene es cómo abordamos la sustentabilidad, tanto en el hacer de nuestros espacios como en el instalar estas temáticas como urgentes, porque veo que si bien no es una temática propia de la práctica artística, sí es un contenido de urgencia que tenemos que abordar como espacio ciudadano. En estos contextos complejos, no sabemos cómo va a venir la economía del futuro, entonces, hay que estar preparados para navegar en corrientes diversas. El tema del calentamiento global, que puede parecer un  cliché, es una urgencia y ahí también viene nuestro desafío de cómo aumentamos el tema de la discusión y lo instalamos con más fuerza, desde el arte y los creadores y también desde la acción concreta.





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