Durante los últimos 12 años, el abogado Diego Matte se ha dedicado a trabajar en el sector de la cultura y las artes desde entidades como el Museo Histórico Nacional, el Consejo de Monumentos Nacionales, la Fundación de Orquestas Juveniles e Infantiles (FOJI), la Fundación Pablo Neruda y el Centro de Extensión Artística y Cultural de la Universidad de Chile, entre otros.
Sin embargo, hoy el profesional enfrenta un nuevo desafío. Esto, luego de lanzar, apoyado por Evópoli, su candidatura como Consejero Regional por el Distrito Santiago IV, que comprende a las comunas de La Reina, Ñuñoa, Providencia, Las Condes, Vitacura y Lo Barnechea.
En ese sentido, Diego Matte se refirió a su irrupción en la política y señaló que su candidatura no sólo apunta al desarrollo cultural: “Mi intención está en los temas sociales”, dijo.
El hecho de trabajar en cultura, ¿Qué le aporta a su candidatura como Consejero Regional?
Desde el gobierno regional se puede hacer un aporte importante para el desarrollo de la región en su integridad y, con la experiencia que he podido tomar a lo largo de los años tanto en la Universidad como en la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos, participando en el Consejo de Monumentos y en algunas entidades y fundaciones, creo que puedo ser un aporte. Hoy, la cultura es una necesidad y un derecho, pero, para que eso ocurra, es necesario que las cosas se realicen y se generen los espacios con ciertas cualidades, como lo es una infraestructura adecuada. También tiene que existir una formación artística y las condiciones laborales para que las personas se puedan dedicar a esto. Entonces, en ese sentido, la visión que tengo desde la gestión de la cultura me permite tener una visión más estructural del tema. Eso va a ser importante para evaluar los proyectos que se presenten.
¿Qué otros temas te interesan instalar como Consejero Regional?
Hay temas que son muy importantes. Primero está el tema de la seguridad de los barrios, las comunas, las personas, las familias. Ese es un tema que siempre está en la palestra, pero también hay temas sociales muy importantes como la vivienda. Hoy la Región Metropolitana está enfrentando un déficit de vivienda muy grande y eso está aumentando. Además, hay que seguir trabajando en el tema del acceso a la salud (…), la educación pública, la infraestructura de colegios municipales, porque muchos de ellos fueron construidos hace 50, 60 años atrás y requieren inversiones importantes para mejorar su infraestructura. También hay temas que tienen que ver con el microtráfico. Hay que llevar una mirada integral.
Entonces, es una candidatura que va mucho más allá de la cultura …
Absolutamente. Por supuesto que tengo un background importante en cultura, pero mi atención está en los temas sociales de vivienda, de educación, salud y de poder mejorar las condiciones y la calidad de vida de toda la Región Metropolitana, porque voy por un distrito que tiene, dentro de todo, un buen estándar de vida, pero también quiero representar a las comunas que tienen mucho de los problemas estructurales. Mi propuesta es que nosotros, representando a este distrito, también podamos ser un aporte al desarrollo integral de otros sectores de la Región Metropolitana que hoy tienen carencias importantes.
En ese sentido, ¿Cómo vincularse con el territorio?
Es muy importante el trabajo directo con las personas y algo que me interesa mucho es generar las condiciones y facilidades para que la sociedad civil también se pueda organizar. Por ejemplo, las juntas de vecinos, organizaciones que tienen una causa. Lo que queremos es que esa energía que hay sea permanente y se pueda construir un sistema de participación ciudadana. Ahí creo que es clave el apoyo del Estado y del gobierno regional para que todas esas entidades tengan pequeños subsidios. No tiene que ser mucho, pero sí para poder tener una sede, una página web, computadores, impresoras. Eso, a veces, marca la diferencia de poder incentivar el trabajo de personas que lo hacen muchas veces ad honorem. Lo que queremos es que este ímpetu que hay en la ciudadanía se mantenga, sea permanente. No sea solamente como una oleada de activismo, sino que se cree una cultura en el tiempo de activismo. Eso es muy importante y el Estado tiene que generar los apoyos para que eso suceda.
Durante la crisis sanitaria, el desarrollo cultural y artístico se estancó, ¿Cómo reactivar ese sector?
Efectivamente, ha habido un estancamiento y un retroceso, sobre todo, en las condiciones para las agrupaciones artísticas, culturales, que no dependen de una institución grande como es el caso nuestro o el de otras instituciones también dentro del ámbito público y privado. Esas son las organizaciones que tenemos que cuidar más, porque ahí es donde se gestan las expresiones artísticas más innovadoras, donde nacen las vanguardias. Eso es un ámbito que hay que cuidar especialmente y, si bien están los Fondart, tenemos que salir un poco de esa cultura de la concursabilidad y tratar de generar condiciones que sean permanentes y mejores. Por qué no pensar en crear anfiteatros en distintos parques, plazas, de pequeños formatos, que permitan generar presentaciones y que los elencos puedan tener ingresos con la comunidad. Eso sería una alternativa. También está todo el tema digital, que es algo que hay que apoyar. Una cosa es tener la página Web, pero otra cosa es tener toda la técnica para poder grabar. Eso no es barato, es difícil, pero es un ámbito que se puede apoyar.
¿Está de acuerdo con la frase de que las y los artistas no tienen Ministerio y/o Ministra?
Yo también fui parte de esa crítica. Nosotros también polemizamos, porque sí se notó una ausencia importante. Sí hubo una orfandad. Tal vez, al final, como que hubo más reacción y se agilizaron las cosas, pero muchas veces, más que el dinero, los recursos, también se trata del discurso político, público, de la actitud frente a las cosas y creo que ahí faltó un poco más de defensa de la situación. Por ejemplo, esta frase de que un peso en cultura era un peso que se quitaba para otra cosa. Sí, eso no es ninguna novedad. Pero un ministro, una ministra no puede decir eso públicamente. Me parece lamentable, con todo el cariño y aprecio a la Ministra, pero la verdad es que no puede ser, porque ellos también son trabajadores. La industria cultural y el entretenimiento son parte de la economía. O sea, genera ingresos. Piensa en todo lo que ha generado Pablo Neruda con su poesía o todo lo que generó Beethoven o Mozart. Si eso no es una industria eficiente, no sé lo que es. Entonces, sí hubo una orfandad, una ausencia y fue doloroso, porque mucha gente tuvo que dejar su oficio artístico, tuvo que renunciar a años de construir una carrera y ninguno espera que les pasen la plata en la mano. Lo que quieren es contención de parte de las autoridades, acompañamiento, empatía y también que se puedan generar soluciones creativas.