La Gobernación de Arica y Parinacota anunció que la empresa COSAL S.A. se adjudicó el contrato para la construcción del nuevo Museo Antropológico San Miguel de Azapa. Con una inversión regional de más de 15 mil millones de pesos, el proyecto busca transformarse en un espacio de altos estándares internacionales y capaz de colocar en valor más de 2 mil 500 piezas arqueológicas y etnográficas pertenecientes a la colección del museo de la Universidad de Tarapacá.
La iniciativa, que surgió en 2015, considera una edificación de casi 5 mil metros cuadrados, la que se emplazará en San Miguel de Azapa. También se sumarán obras exteriores vinculadas al paisajismo y pavimentos vehiculares.
Para el gobernador regional Jorge Díaz, el anuncio es significativo, ya que, hasta ahora, no existían instancias capaces de profundizar y difundir la complejidad de las culturas prehispánicas de la zona norte del país desde una mirada didáctica e inclusiva. En esa línea, la autoridad indicó que hoy son muy pocas las piezas que se exhiben en los museos locales respecto de esta historia y destacó que esta instancia se da luego de que el Comité del Patrimonio Mundial de Unesco incluyera los Asentamientos y la Momificación Artificial de la Cultura Chinchorro en la Lista de Patrimonio Mundial.
“El museo es un anhelo importantísimo para la región. Hoy, la cultura chinchorro es un eje importante para el desarrollo, no solamente de la región, sino que también del país y del mundo (…). Esta inversión tiene ese propósito: relevar una cultura que ha sido patrimonio de la humanidad. En el futuro será una fuente de estudio importantísima para las nuevas generaciones”, dijo la autoridad regional.
El proyecto también tiene por objetivo entregar una visión mucho más amplia respecto de las culturas precolombinas de la zona. Por ello, la museología incorporará dispositivos didácticos, inclusivos y tecnológicos como salas interactivas y espacios en 3D. La idea es generar un museo mucho más moderno que lo existente en la actualidad, con áreas dedicadas a la exhibición, conservación e investigación, entre otras.
Vivian Gavilán, directora del Departamento de Antropología de la Facultad de Ciencias Sociales y Jurídicas de la Universidad de Tarapacá, sostuvo que esta iniciativa trasciende al plantel y se instala como un proyecto regional. De acuerdo a ello, comentó que la iniciativa busca recorrer cerca de 13 mil años de historia y que la tradición cultural chinchorro tendrá una sala particular.
“El nuevo proyecto incluye salas de exhibición y recoge la larga trayectoria de investigación de los sistemas universitarios de esta naturaleza. Entonces, las nuevas instalaciones apuestan por aplicar el nuevo concepto de antropología pública. ¿Qué quiere decir esto? Implica la tendencia internacional a socializar el conocimiento científico y a divulgarlo”, explicó.
“Ese conocimiento antropológico está relacionado con la reconstrucción histórica de los grupos humanos que vivieron en el desierto más árido del mundo. Una pregunta eje es cómo fue posible la vida en el desierto. Estas interpretaciones apuntan a que, junto con el cambio en el paisaje, se produjo inteligencia humana para domesticar animales, el ganado, generar agricultura, producir redes de gran importancia”, comentó la investigadora.
Para la profesional es importante que el futuro museo cuente con miradas vivas, interdisciplinarias y contemporáneas. Según precisó, también es relevante generar una propuesta descolonizadora: “La tendencia es pensar el pasado como una situación exótica. Como un otro bajo el concepto colonial- español del indio. No son nuestros abuelos y abuelas. No son nuestros antepasados, a diferencia de lo que han hecho países como Perú, Bolivia o Ecuador a nivel de Estado”.
“Hay una desconexión y la representación que hacen todavía todos los museos de este país son colonialistas. Entonces, el desafío que nos queda es descolonizar la representación de los pueblos originarios”, subrayó.
Las obras en torno a este nuevo museo iniciarán en 2022 y se espera que este proceso demore por lo menos tres años. Por ahora, desde la Gobernación regional manifestaron que continuarán supervisando el proyecto, sobre todo, ante la relevancia que hoy cobra la cultura chinchorro a nivel internacional.