Colombia: Gustavo Petro consolida su liderazgo y llama a asegurar triunfo en la primera vuelta de la elección presidencial

El ex senador y ex guerrillero, candidato del Pacto Histórico (izquierda), favorito en todas las encuestas, alcanzó este domingo la nominación que lo consolida como el más posible ganador de los comicios presidenciales del 29 de mayo próximo, imponiéndose con una amplia votación a las fuerzas de la añeja derecha y del centro político. Petro, de origen popular y crítico con el statu quo, se caracteriza por estar fuera de la maquinaria politiquera tradicional. Algo inédito en el convulso mapa político colombiano.

El ex senador y ex guerrillero, candidato del Pacto Histórico (izquierda), favorito en todas las encuestas, alcanzó este domingo la nominación que lo consolida como el más posible ganador de los comicios presidenciales del 29 de mayo próximo, imponiéndose con una amplia votación a las fuerzas de la añeja derecha y del centro político. Petro, de origen popular y crítico con el statu quo, se caracteriza por estar fuera de la maquinaria politiquera tradicional. Algo inédito en el convulso mapa político colombiano.

Tal como se esperaba, Petro, de 61 años, resultó ser el gran vencedor en las primarias partidistas que se llevaron a cabo simultáneamente con las legislativas para renovar las dos cámaras del Congreso de casi 300 escaños, primeras elecciones en décadas en las que la agenda sobre la guerrilla y el conflicto armado no jugaron un rol principal. Las de 2018 se celebraron apenas dos años después de la firma de la paz entre las FARC y el gobierno de Juan Manuel Santos, y hay que recordar que el rechazo a ese acuerdo impulsó, entre otras cosas, la elección de Iván Duque.

Pero, por otra parte, el acuerdo de paz posibilitó un cambio político y social que ahora se evidenció en las papeletas de votación para las consultas y las legislativas, donde, por ejemplo, hubo muchas más mujeres, más afrodescendientes y más indígenas que nunca antes. Algo que guarda directa relación con la apertura de espacios que han permitido discutir problemas tan urgentes como la desigualdad, la depredación medioambiental, los derechos sociales y la avasallante corrupción que ahoga al país.

En los últimos años ningún presidente en Colombia ha tenido mayorías fuertes que pudieran apoyar su gestión en el Congreso, por lo que todos ellos han tenido que negociar para poder gobernar con cierta cuota de tranquilidad, a pesar de la violencia que sigue rondando todavía por algunas regiones del país. Especialmente si se considera, advierte la BBC, que algunas de las reformas acordadas en el pacto de paz entrarán en vigor precisamente ahora, entre ellas la creación de 16 escaños reservados en el Congreso Nacional para los representantes de las diversas circunscripciones afectadas por el sangriento conflicto.

Otro de los factores políticos en Colombia es la presencia siempre gravitante de Álvaro Uribe en lo que va corrido del siglo. Hasta no hace mucho, todo se definía en un simple estar a favor o en contra del ex presidente. Él era el tejedor detrás de la maraña, aquel que no se dejaba ver, pero sí se podía sentir. No obstante, durante los últimos años se fue produciendo un cambio poco perceptible hasta que los violentos estallidos populares de 2019 y 2021 lo hicieron evidente.

En tal contexto emergieron elementos que han jugado un rol preponderante, como el enorme desprestigio de la presidencia de Iván Duque, los casos judiciales en los que se investiga a Álvaro Uribe y, ciertamente, el desgaste natural de una figura que, como él, ha sido tan determinante durante las últimas dos décadas. Son esas las circunstancias que han convertido al ex presidente de derecha, por lo menos hasta aquí, en un personaje secundario durante toda la campaña previa a las elecciones dominicales, donde el “uribismo” no logró definir los resultados como venía haciéndolo por más de veinte años. Pero también hay que considerar que ésta fue la primera de tres jornadas de votación para poder llegar a dilucidar quién será el que gobierne el país en los próximos cuatro años.

Sin olvidar que éste es sigue siendo el país del realismo mágico, de Macondo. No se explica de otro modo que hubiese un momento en 2021 cuando ¡96 candidatos! se postulaban a la presidencia de la República. A las elecciones del reciente domingo sobrevivieron 23. Y a partir de este lunes, cuando comienza una nueva campaña hacia la primera magistratura de Colombia, no habrá más que 8. Entre ellos se cuenta al candidato de la coalición de derecha, el ex alcalde de Medellín Federico Gutiérrez, así como a Sergio Fajardo, ex gobernador del departamento de Antioquia, que representará a la alianza de centro. Aunque, hablando en términos hípicos, el que corre a varios cuerpos de distancia se llama Gustavo Petro quien, si mantiene esa ventaja, será el nuevo Presidente de su país. Siempre y cuando, claro, algún otro no se le meta “por los palos”. Algo que en Colombia no se puede descartar.





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