En medio del avance del proceso constituyente y la disyuntiva sobre el plebiscito de salida, la académica de la Universidad Católica y Premio Nacional de Historia, Sol Serrano, profundizó sobre las dificultades que ha tenido que enfrentar la Convención.
En conversación con el diario La Tercera, sostuvo que “me preocupa seriamente que, por tratar de cambiar el país de manera radical y desde marcos conceptuales diversos que se entrecruzan, lleve a una regresión conflictiva, como ha pasado tantas veces en la historia”.
Sin embargo, Serrano- quien también adhirió a la carta de Amarillos por Chile, que alertaba sobre un supuesta “euforia refundacional” en Convención- planteó que el proceso constituyente “ha estado a la altura de una democracia que se ha mostrado mucho más resiliente de lo que tantos agoreros han sostenido”.
“Hemos tenido muchas crisis en la historia de Chile y me permito señalar que esta no ha llevado ni a una guerra civil ni a un golpe de Estado. Hubo violencia grave en el estallido social, qué duda cabe, pero desde el pacto constitucional de noviembre de 2019 hemos tenido más elecciones que nunca antes y ninguna de ellas ha sido impugnada. Ha corrida la tinta y no la sangre”, comentó al medio.
En ese sentido, la historiadora expresó que “el proceso ha develado un país muy vivo”, aunque no minimizó las dificultades que ha tenido que sortear el órgano constituyente. Así, consideró que “la mayoría de las comisiones han ayudado poco han votado normas tan complejas e intrincadas, tan maximalistas y particularistas, que le dejan el trabajo al pleno, que tiene un piso fijo y muy poco tiempo”.
Por otra parte, señaló que respecto a las proyecciones sobre el primer borrador de la nueva Constitución “estará muy lejos de convocar a todo el Apruebo del plebiscito de entrada. Estaremos entonces en una disyuntiva de Sí y No que no refleja al conjunto del electorado. Por el contrario, polariza de tal manera dramática y lo que es peor, artificial. Nos estamos autoimponiendo una salida con pésimas consecuencias para el futuro”.
Por ello, se mostró partidaria de una tercera pregunta en el referéndum, cuya opción también ha sido abordada por la Comisión de Venecia.
Desde esa perspectiva planteó que “necesitamos desdramatizar el plebiscito de salida” y que “una tercera opción descomprime el drama que es falso pero que puede transformarse en verdadero”. “Tengo la certeza de que el Congreso podrá encontrar una pregunta suficientemente amplia para que incorpore el proceso constituyente, pero que también permita una nueva instancia”.
“Sé muy bien las dificultades políticas y jurídicas que ‘una tercera pregunta’ puede tener y tiene. Puede buscarse por otras fórmulas. Otra cosa es que el debate sea descalificado sin siquiera entrar en él. Como si solo plantearlo fuera ‘reaccionario’, anti Constitucional. Al contrario, insisto en que es un camino que puede abrir nuevas opciones para una mayor representatividad ante una disyuntiva que no podíamos prever cuán extrema podría llegar a ser”, aseveró Serrano.