Los últimos siete años han sido los más cálidos desde que se llevan registros. El Informe de Naciones Unidas sobre el Estado del Clima Mundial durante 2021, dado a conocer este miércoles, revela que el año pasado se batieron nuevos récord en la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera y en el aumento de temperatura, acidificación y nivel de los océanos. Según las investigaciones de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), esas nuevas marcas son “una clara señal de que las actividades humanas están causando cambios a escala planetaria en la tierra, los océanos y la atmósfera, y dañando a largo plazo los ecosistemas y el desarrollo sostenible”.
Los efectos en el medioambiente de una temperatura media mundial que ya superó en aproximadamente 1,11C° los niveles preindustriales, así como los fenómenos meteorológicos extremos -la cara cotidiana del cambio climático- cobraron miles de vidas e implicaron pérdidas de cientos de millones de dólares a la economía global. También pusieron en riesgo el acceso a los alimentos y al agua, llevando a un desplazamiento forzado de personas, el que se ha acentuado en 2022.
Todo lo anterior imprime una urgencia angustiante para un mundo que debe actuar ahora, en esta década, para evitar que se agraven los impactos climáticos y para mantener el aumento de la temperatura por debajo de 1,5° sobre los niveles preindustriales, afirma el secretario general de la ONU, António Guterres. El político portugués indica que el mundo debe reducir su dependencia de los combustibles fósiles con mayor celeridad, porque dicha dependencia “lleva cada vez más hacia la catástrofe”, como muestra este nuevo informe de la Organización Meteorológica Mundial. “Los combustibles fósiles son un callejón sin salida en lo medioambiental y lo económico”, afirmó Guterres, subrayando que “la guerra de Ucrania y sus efectos inmediatos en los precios de la energía son otra llamada de atención para el mundo”.
Por su parte, el finés Petteri Taalas, secretario general de la Organización Meteorológica Mundial, aseguró que “sólo es cuestión de tiempo para que este 2022 vivamos otro año más cálido que los registrados anteriormente”. Taalas agregó que “el clima está cambiando ante nuestros ojos. El calor atrapado por los gases de efecto invernadero inducidos por el hombre calentará el planeta durante muchas generaciones. El aumento del nivel del mar, el calor de los océanos y la acidificación continuarán durante cientos de años a menos que se implementen medios para eliminar el carbono de la atmósfera. Algunos glaciares han alcanzado el punto de no retorno y esto tendrá repercusiones a largo plazo en un mundo en el que más de 2000 millones de personas ya sufren estrés hídrico”, explicó.
Los fenómenos meteorológicos extremos tienen un impacto inmediato en la vida diaria y los ejemplos más actuales de sequía que estamos experimentando tanto en Chile como en el Cuerno de África, así como las recientes inundaciones en Sudáfrica y las olas de calor en India y Pakistán lo están demostrando. Pero también en el oeste de Estados Unidos, Irán, Afganistán y Turquía. En la América del Sur subtropical, la sequía también está causando grandes pérdidas agrícolas en el sur de Brasil y en Paraguay, perturbando la producción y el transporte fluvial.
La sequía en el este de África se ha intensificado en lo que va de 2022 y se enfrenta a la posibilidad muy real de que las lluvias no lleguen por cuarto año consecutivo, lo que llevará a Etiopía, Kenia y Somalia a una sequía de una duración no experimentada en los últimos 40 años. Las agencias humanitarias están advirtiendo acerca de los efectos devastadores sobre la población y los medios de subsistencia de la región.
Además, hay una clara aceleración de la pérdida de masa de los glaciares durante las últimas décadas, con el 76% de este adelgazamiento del hielo a partir de 1980. Especialmente duro fue 2021 para los glaciares de Canadá y el noroeste de Estados Unidos, con una pérdida de hielo récord debido a las olas de calor y los incendios de junio y julio pasado. Mientras que en Groenlandia hubo un deshielo excepcional a mediados de agosto, registrándose por primera vez en la historia precipitaciones líquidas (lluvia) a 3216 metros de altitud, en la cumbre más alta de la capa de hielo.
Ante las desastrosas consecuencias que ya se están evidenciando a nivel planetario, el secretario general de la ONU propone 5 medidas críticas para saltar ya a las energías renovables:
- Tratar las tecnologías de energía renovable, entre ellas el almacenamiento en baterías de litio, como bienes públicos mundiales esenciales y de libre acceso.
- Asegurar, ampliar y diversificar el suministro de componentes y materias primas fundamentales para las tecnologías de energía renovable.
- Crear marcos legales y reformar la burocracia para igualar las condiciones en favor de las energías renovables.
- Quitar los subsidios a los combustibles fósiles como una forma de proteger a las comunidades más vulnerables.
- Triplicar las inversiones privadas y públicas en energías renovables hasta alcanzar al menos cuatro billones de dólares al año.
El informe se publicó justo antes de la Reunión Anual del Foro Económico Mundial 2022, el Foro de Davos, que reúne a más de 2000 líderes y expertos de todo el mundo bajo el lema “La historia en un punto de inflexión: Políticas gubernamentales y estrategias empresariales”. La movilización de la acción público-privada para cumplir los objetivos climáticos globales críticos entre 2030 y 2050 será un tema clave en la agenda.
(Imagen principal: Comunidades agrícolas de Senegal restauran tierras degradadas para contrarrestar los efectos del cambio climático. PMA – Evelyn Fey).