En un partido sumamente intenso, digno de la final que se disputaba, el Flamengo de Arturo Vidal y Erick Pulgar derrotó por la mínima a Atlético Paranaense, consagrándose de esta forma como campeón de la Copa Libertadores.

El “King”, quien alcanzó a recuperarse a tiempo para este partido, ingresó en los 70′ reemplazando a Thiago Maia y aunque se ganó una amarilla en los 75′, mostró gran despliegue sobre el terreno de juego y participó en la elaboración de varias aproximaciones de su equipo. Pulgar fue suplente y no ingresó.

Los dirigidos de Luiz Felipe Scolari tuvieron un inicio arrollador, con tres buenas llegadas antes de los 15 minutos en los pies de Vitor Roque (2′), Vitinho (11′) y Alex Santana (13′), pero no encontraron dirección de arco.

Con el paso de los minutos el “Mengao” comenzó a tomar las riendas del partido y en los 44′ ocurrió un hecho que marcaría el resto de compromiso, ya que el conjunto de Curitiba se quedó con uno menos tras la expulsión por doble amarilla de Pedro Henrique.

Esto fue rápidamente aprovechado por la escuadra carioca, que en los descuentos de la primera fracción se puso por delante en el marcador, gracias a un gol de gran factura del delantero Gabriel Barbosa.

El complemento se jugó al ritmo que quisieron los pupilos de Dorival Júnior, que tuvieron el segundo en una gran arremetida de “Gabigol” (51′), pero el arquero Bento estuvo atento para ganarle el mano a mano al atacante.

Sobre el final del cotejo, el “Huracán” fue con todo en búsqueda del empate, pero no fue capaz de llegar con gran peligro sobre campo de los rojinegros, que aprovechaban cada espacio que entregaba el contrario para acercarse con peligro a portería.

Así, el elenco de los seleccionados nacionales levantó por tercera vez en su historia el torneo más importante del continente y con una campaña prácticamente perfecta, ya que salvo por una igualdad en fase de grupos ante Talleres de Córdoba, ganó todos los demás encuentros que disputó.

Por su parte, Vidal se consolidó como el jugador chileno más ganador de la historia con 25 coronas y de paso, obtuvo su primer trofeo internacional a nivel de clubes; para Pulgar también fue el primer galardón en equipos.