El primero de noviembre de cada año es una nueva oportunidad para conmemorar el inicio de la revolución argelina y rendir homenaje a los luchadores por la libertad que dieron sus vidas para que Argelia pudiera recuperar su independencia, tras 132 años de colonización.
En ese día de 1954, hace 68 años, el pueblo argelino recuperó el control de su destino e infligió al ejército de ocupación francés, uno de los más poderosos de esta época, una lección de valor y
sacrificio. Esta gloriosa epopeya le valió a Argelia la admiración y el respeto a nivel mundial e inspiró a otros movimientos de liberación.
Más allá de la dimensión conmemorativa, se pueden sacar tres lecciones de la experiencia revolucionaria argelina que se aplican a situaciones actuales como en los territorios árabes ocupados de Palestina, Siria, Líbano y del Sahara occidental:
– El colonialismo, en todas sus formas y manifestaciones, es una acción deshumanizadora y sanguinaria que debe ser denunciada y combatida de forma clara y sin ambigüedades;
– Un pueblo unido y decidido que quiere emanciparse del poder colonial es invariablemente invencible y tarde o temprano logrará su objetivo;
– La solidaridad internacional es esencial para romper la ley del silencio en la que las potencias coloniales quieren encerrar a los pueblos colonizados.
¿Qué papel desempeñó Chile en la Guerra de Independencia de Argelia?
La celebración del estallido de la Guerra de independencia de Argelia nos da la oportunidad de expresar nuestra gratitud y reconocimiento a los actores extranjeros que contribuyeron a la lucha del pueblo argelino.
En este espíritu, hay que destacar el papel que jugó el Comité chileno de Apoyo a la Independencia de Argelia, creado en 1956 bajo la dirección del difunto diputado Marco Antonio Salum Yazigi, el cual contribuyó a la sensibilización sobre los objetivos de la guerra de Argelia y movilizó el apoyo de los países latinoamericanos a la independencia del pueblo argelino. Esto se debe a la diversidad de su base militante que representaba a diversas fuerzas y sectores socio-profesionales en Chile (parlamentarios, académicos, sindicalistas, políticos).
Argelia, por su parte, mostró la misma compasión y solidaridad hacia el pueblo chileno, apoyando activamente a la resistencia chilena tras el golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973, y abriendo sus puertas a los refugiados que huían de la dictadura militar.
¿Qué futuro tienen las relaciones entre Argelia y Chile?
La activa solidaridad y los fuertes lazos que siempre han caracterizado las relaciones entre Argelia y Chile, y que encuentra sus raíces y sus múltiples expresiones en la historia común de sus pueblos, justifican ampliamente el refuerzo de los intercambios humanos y de la cooperación
multisectorial entre ambos países, sobre todo cuando ambos tienen mucho que ofrecer y un nivel apreciable de complementariedad, a pesar de la lejanía geográfica y la distancia cultural y lingüística que los separa.
Por parte de Argelia, estamos trabajando para dar una dinámica positiva a esta relación especial y alimentarla para que, con motivo de la celebración en 2023 del 60º aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre Argelia y Chile, podamos dar juntos pasos concretos para su fortalecimiento y profundización.
Mohamed Sofiane Berrah,
Embajador de Argelia en Chile
