Los detenidos, integrantes del grupo “Reichsbürger” (Ciudadanos del Reich), son considerados por los acusadores como sospechosos de “haber hecho preparativos concretos para que un pequeño grupo armado ingresara y se tomara violentamente el Bundestag, la cámara baja del Parlamento”, informó un comunicado de la Fiscalía. Los sospechosos pertenecen a una organización terrorista fundada hace un año, “que se ha fijado el objetivo de acabar con el orden constitucional establecido en Alemania y sustituirlo por su propia forma de Estado, cuyas grandes líneas ya han sido elaboradas”, dice el ente acusador, agregando que para ello comenzaron con preparativos concretos.
De ese modo, los allanamientos de viviendas se iniciaron durante la madrugada de este miércoles cuando la policía irrumpió en un primer departamento de la ciudad de Fráncfort-am-Main durante el operativo contra el mencionado grupo de extrema derecha que planeaba el atentado, lo que se reprodujo en allanamientos a otros 130 domicilios. Las detenciones se produjeron en los estados federados de Baden-Württemberg, Baviera, Berlín, Hesse, Baja Sajonia, Sajonia y Turingia, así como un caso en Kitzbühel (Austria) y otro en Perugia (Italia). Las redadas, en las que participan más de 3.000 agentes, todavía continúan y se están llevando a cabo además en los estados de Brandeburgo, Renania del Norte-Westfalia, Renania-Palatinado y Sarre. Además, el operativo se dirige contra otros 27 acusados que habrían estado aparentemente involucrados.
El comunicado del ministerio público agrega que “los miembros de esta organización (detenidos) se han declarado conscientes de que su plan sólo era factible mediante el uso de medios militares y ejerciendo violencia contra los representantes del Estado”, lo que claramente incluye riesgo de muerte, algo que ellos aceptan -dice la Fiscalía- como un paso intermedio para lograr el ‘cambio del sistema en todos los niveles’, agrega el comunicado. A los acusados -continúa- les une “un profundo rechazo a las instituciones del Estado y al orden liberal democrático imperante en la República Federal de Alemania y plantean abiertamente su eliminación a través de la violencia”, propósito con el que se comprometieron y para el que se prepararon, afirmó el ente acusador.
Las investigaciones previas de los organismos policiales de Alemania, Austria e Italia, actuando coordinadamente, habían logrado establecer que los sospechosos pertenecen a una organización terrorista fundada hace poco más de un año, tal vez a finales de noviembre de 2021 “que se ha fijado el objetivo de acabar con el orden estatal establecido en Alemania y sustituirlo por su propia forma de Estado, cuyas grandes líneas ya habían sido elaboradas”.
Los miembros de esta agrupación ultraderechista son fervorosos seguidores de un conjunto de mitos conspirativos basados tanto en narraciones propias de la ideología de los Reichsbürger, así como en las de los QAnon. Los primeros conforman un movimiento ultraderechista que no reconoce la soberanía del actual Estado alemán y los segundos, los “QAnon”, o sólo “Q”, (abreviación de Q-Anónimo) son grupos seguidores de una de las principales teorías conspirativas de la extrema derecha estadounidense.
Esta se basa en una supuesta trama secreta organizada por un también supuesto “Estado Profundo” dirigido contra Donald Trump y sus seguidores. Los “QAnon” también cuentan con cultores en Alemania y Japón (donde es particularmente fuerte y creciente), y desde 2013 en el Reino Unido y Francia. El órgano central de la agrupación es un “consejo” y cuenta además con un “brazo militar”, al que le correspondía llevar a efecto la planeada toma del poder por la fuerza de las armas. Según la Fiscalía, algunos de los miembros de la organización desempañaron en el pasado un servicio activo en el Ejército alemán.
Esta ha sido la mayor operación policial contra una red ultraderechista desde hace años en Alemania, lo que significó la participación de 3.000 agentes de policía, con operaciones paralelas en Austria e Italia. Según la Fiscalía General del Estado, a las primeras 25 personas, el operativo también incluye otras 27 personas sospechosas de haber colaborado con la red desmantelada. Dos de los tres miembros de la organización que actuaban como cabecillas son ciudadanos alemanes, mientras que la tercera persona era una ciudadana rusa. Algo similar ocurría con dos de los tres simpatizantes detenidos.