Este miércoles, el gobierno de Gabriel Boric no consiguió los votos necesarios para legislar la reforma tributaria. Ante ello, el ministro de Hacienda, Mario Marcel, se mostró decepcionado, y señaló que el rechazo a la reforma es una “mala noticia para el país”.
Marcel hizo referencias a los múltiples objetivos que perseguía la reforma, y que ya no podrán ser llevados a cabo. Entre ellos, una serie de medidas anti evasión de impuestos, y el aumento en la Pensión Garantizada Universal.
“La votación en general en contra de este proyecto significa, por ejemplo, que los articulados referidos a la reducción de la evasión, y la elusión no van a poder legislarse. No importa los argumentos que se den, lo que se exprese como voluntad o disposición, lo que se pensó, lo que se valoraba. Las consecuencias de votar en contra son que ya no se va a legislar sobre esas materias”, dijo Marcel.
Según el ministro, lo ocurrido en la Cámara de Diputados también se trata de “una mala noticia para la política”.
“La ideología se impuso sobre el pragmatismo y el diálogo. Como sabemos, el Ejecutivo presentó cerca de 90 indicaciones a este proyecto, y participó en la tramitación durante ocho meses, por lo tanto, quienes simplemente se ampararon en slogans, en ideología, son los que hoy día desgraciadamente se han impuesto en esta votación”, aseguró Marcel.
Quien también se mostró afectado con el resultado de la votación fue el diputado del Partido Socialista, Jaime Naranjo. De acuerdo al presidente de la Comisión de Hacienda, parte de la responsabilidad es de un grupo de parlamentarias que se ausentaron del hemiciclo, y no participaron de la votación. Esto último, debido al enfrentamiento entre la diputada Viviana Delgado (Partido Ecologista Verde) y el ministro de Educación, Marco Antonio Ávila.
“Yo puedo entender que estén molestas por lo que ocurrió ayer, pero no estar presentes en la votación, cuando sus votos eran claves para aprobar la reforma tributaria, me parece de un infantilismo y una irresponsabilidad tremenda”, sostuvo Naranjo.
“Verdaderamente estamos sorprendidos porque teníamos claro que la derecha iba a votar en contra, pero jamás pensamos que personas que hacen gárgaras con el progresismo y la justicia social en nuestro país, se iban a saltar la sala”, agregó.
También desde el oficialismo, el diputado y presidente de Convergencia Social, Diego Ibáñez, lamentó lo ocurrido y puso el énfasis en las medidas gubernamentales que ya no tienen un financiamiento claro: “Hoy tenemos un problema, porque, ¿cómo vamos a financiar derechos sociales?”.
“Nosotros le pedimos a la derecha que sea empática, que no se joda a la ciudadanía y que avance hacia un modelo tributario que sea progresivo, porque hoy hay una desigualdad brutal, y esta reforma estaba pensando justamente en los más pobres”, añadió Ibáñez.
Finalmente, desde la oposición celebraron el rechazo de la reforma tributaria, y plantearon que el Gobierno ahora tiene una oportunidad.
Según el diputado de la UDI, Guillermo Ramírez: “Lo que ocurrió hoy día es bueno para la economía chilena y los chilenos. El gobierno probablemente sufrió una derrota grave, pero invitamos a que lo vean como una oportunidad. Este rechazo les permite replantearse lo que le hemos dicho muchas veces: gastar mejor y entregar certezas para que la economía marche bien”, aseveró.