El volante alemán de origen turco, Mesut Özil, anunció su retiro del fútbol profesional con un sentido mensaje a través de sus redes sociales.
“Después de una madura reflexión, anuncio mi retirada inmediata del fútbol profesional”, señaló Özil quien agregó que “estos últimos meses y las últimas semanas, después de haber sufrido varias lesiones, ha ido quedando cada vez más claro para mí que era el momento de dejar este gran mundo del fútbol”.
El jugador, que inició su carrera profesional en la Bundesliga con el Schalke 04 y que fue campeón con Alemania en Brasil 2014, había sido fuertemente criticado en ese país después de haber posado en una fotografía con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, en mayo de 2018, poco antes del Mundial de Rusia-2018. También estaba en la foto otro internacional alemán, Ilkay Gündogan, igualmente de origen turco.
Özil denunció entonces ser víctima de ataques que consideró “racistas” y anunció su retirada de la selección alemana después de ese Mundial de 2018, en el que Alemania fue eliminada en la fase de grupos.
Durante mucho tiempo, Özil, nacido en Gelsenkirchen y de orígenes familiares turcos, fue considerado un ejemplo de integración mediante el deporte, pero lo ocurrido en ese 2018 marcó un antes y un después para un jugador que vistió en 92 ocasiones la camiseta de Alemania, para la que firmó 23 tantos.
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— Mesut Özil (@M10) March 22, 2023
Llegó a afirmar que sentía que el presidente de la Federación Alemana de Fútbol le consideraba alemán cuando el equipo ganaba, pero “un inmigrante cuando perdemos”.
El caso de Mesut Özil provocó un enorme debate sobre el racismo en Alemania, donde vive la mayor comunidad turca fuera de su país.
Varios ministros turcos aplaudieron la decisión de Özil de dejar su selección y uno de ellos llegó a decir que había “marcado un gol contra el virus del fascismo”.
Özil se casó en 2019 en Estambul con Amine Gülse, que había sido Miss Turquía. Fue testigo de su boda el presidente Erdogan.
“Tengo dos corazones”
Antes de su caída en desgracia en Alemania, su imagen era muy diferente. La historia había comenzado bien: “Es el nuevo número diez de Alemania”, celebraba la revista Stern en junio de 2010 para alabar a ese joven prometedor llamado Özil.
Nacido de padres turcos, tanto él como su compañero de equipo germano-tunecino Sami Khedira brillaron en el Mundial de Sudáfrica de 2010, donde Alemania fue tercera, lo que pronto le convirtió en el estandarte de un equipo multicultural.
Una fotografía lo sintetiza a la perfección: con el torso desnudo y una sonrisa, Özil estrechando la mano de la entonces jefa del gobierno alemán, Angela Merkel.
Después del Mundial-2010, Özil se unió al Real Madrid, donde estuvo hasta 2013, cuando se fue al Arsenal. En 2014 llegó el gran éxito en el Mundial brasileño y la conquista del trofeo en Maracaná, la cima de su carrera.
Era imagen de Adidas, todo iba bien hasta ese 2018, la polémica con Erdogan y el desastre de Alemania en Rusia-2018, cayendo a las primeras de cambio pese a ser la defensora del título mundial.
“He crecido en Alemania, pero mi historia familiar tiene sus raíces sólidamente implantadas en Turquía. Tengo dos corazones, uno alemán y otro turco”, dijo Özil en aquel convulso 2018.
Otra implicación política que le generó problemas se produjo al indignarse por el trato de China hacia la minoría musulmana uigur. Como reacción a sus palabras, la televisión estatal china CCTV desprogramó un partido del Arsenal contra el Manchester City.