Mi profesión no consiste en fabular o ficcionar la realidad a la hora de contar historias. Como lo sé, en estas líneas procuraré refrenar mi imaginación. Me resulta muy duro aceptar que en estos días los medios de comunicación han estado en manos de personajes demoledoramente populistas. Pasan los días, las semanas, y el lobo amaga por aquí, luego por allá, y asoma la oreja, pero nunca los dientes. Todo con el gentil auspicio de los matinales de todos los canales y colores y en general de la prensa nacional.
El populismo sabe utilizar a los medios de comunicación. De eso no hay duda. Desde el 9 de febrero la atención mediática ha estado puesta en Rodolfo Carter, alcalde de la Municipalidad de La Florida, que en plena ola de incendios forestales que arrasó la zona centro sur del país, la más nefasta en una década, estrenó la iniciativa de demoler casas vinculadas al narcotráfico. Los matinales de nuestra televisión inmediatamente reemplazaron las imágenes de los bomberos por las grúas y retroexcavadoras y así el gran despliegue en La Florida se puso en marcha. Desde entonces, Carter ya ha echado abajo cuatro viviendas. Los municipios de Antofagasta y Calama en tanto han dado los primeros pasos para llevar a cabo demoliciones de narco-casas y así varios sucumben al discurso populista de Carter. Incluso Vlado Mirosevic (PL), Presidente de la Cámara de Diputados y Diputadas, expresó su apoyo a la política implementada por el alcalde e instó a los “alcaldes progresistas” a seguir el ejemplo del ex UDI, calificando este tipo de construcciones como “un monumento a la impunidad”.
Mientras tanto, no hay un trabajo responsable de los medios y en vez de alejarse más para ver mejor se apegan a la agenda populista de Carter y en particular a su más vistosa performance, la demolición de la cuarta “narco-casa”. Y como todo espectáculo en vivo, hay funciones y funciones y es igual dos veces. Esta semana durante la demolición de la cuarta “narco-casa” en la comuna de La Florida, vecinos de la población Los Quillayes comenzaron a lanzar piedras y palos contra funcionarios policiales quienes respondieron con el carro lanza aguas y lanza gases, todo acompañado de una amplia y generosa cobertura de canales de televisión, radios y diarios. Flor.
El populismo sigue echando raíces ¿Se confronta el problema real? No. Obviamente, no. El filósofo eslavo Slavoj Zizek suele echar mano de chistes para explicar asuntos tan opacos como el que da origen a esta columna. Al populismo lo ilustra con el cuento del tipo que busca sus llaves bajo la luz de un farol pese a que sabe que las perdió en un rincón mucho más oscuro, ya que allí la visibilidad es mejor. Con Carter es igual: el combate a los narcos que propone al demoler casas no va a ningún sitio y no va a arreglar el problema que denuncia. Pero a los medios en tanto parece no importarles la instrumentalización que hace el populismo de ellos, sustituyendo un problema real como el narcotráfico, con el entretenimiento, donde todo se espectaculariza y todo es complaciente con el deseado rating. Una posición como ésta conduce, creo, a una distorsión significativa del periodismo: no hay análisis ni contextualización, no hay vuelta de tuerca y para más remate, se termina ocultando otras aristas de la gestión alcaldicia en cuestión. Nadie habla de los movimientos improcedentes por varios miles de millones de pesos entre cuentas corrientes de uso exclusivo para subvención de ítems asociados educación, además de dineros que no fueron rendidos en su debido momento y que son parte de los hallazgos de una auditoría realizada por la Contraloría General de la República a la Corporación Municipal de La Florida. La radio, la televisión y los diarios con una agenda mediática sujeta y apegada a la del populismo no parece tener interés en una investigación más a fondo de lo que pasa en La Florida y respecto del particular, tampoco se consideran temas de investigación y de tratamiento de modo sistemático como por ejemplo cómo son estas organizaciones, sus integrantes más prominentes, su forma de insertarse en el territorio, cómo se mueven y a quién o a quiénes “compran” o no. Nada de eso hay. La noticia proviene de una idea populista de demoler ‘casas-narco’ y ni un medio trata de darle un giro nuevo u otro ángulo o un cierto contenido distinto al tema propuesto por el alcalde quién además critica a las instituciones y a autoridades que osan no estar de acuerdo con su paradigma. El solo anuncio de apertura de un sumario administrativo por parte de la Fiscalía Oriente para indagar la manera y responsabilidad en la entrega que se hizo al alcalde de un listado de casas de la comuna que se encuentran vinculadas a investigaciones por delitos relacionados con la ley de drogas y otros ilícitos lo hizo estallar como habitualmente lo hace, denunciando además que todo era producto de telefonazos de La Moneda.
Sin los medios no hay personajes populistas como Carter. Sin los medios la ola populista pierde su condición necesaria para poder expandirse. En este sentido, la actuación de los medios de comunicación parece decisiva. Lo malo es que están siendo parte del problema, no parte de la solución. Definitivamente. Y no sé cómo vamos a salir de esta.