Más de alguna vez hemos escuchado desde hace un tiempo, cuando se aproxima una abeja, que por favor no la maten porque están en peligro de extinción y esto afectaría a los ambientes que ya están bastante afectados por el cambio climático, a diferencia de antes que lo primero que se venía a la cabeza era exterminarla para que no te piquen.
Según el entomólogo de la U. Metropolitana de las Ciencias de la Educación –UMCE- es correcto este comportamiento, puesto que como humanidad dependemos de estos insectos y otros polinizadores para contribuir de forma significativa a resolver los problemas relacionados con el suministro de alimentos mundial.
Por esto que desde el año 2017 la ONU proclamó el 20 de mayo como el día mundial de las abejas con el objeto de llamar la atención de la población mundial y de los políticos sobre la importancia de su protección.
Según Flores, académico de la UMCE y experto en la materia, es “muy relevante que la gente tome conocimiento de lo fundamentales que son las abejas para el diario vivir. En el contexto de crisis climática unas de las consecuencias es el impacto que se ha provocado en los seres vivos y particularmente a las abejas. Por ello, debemos conservarlas de la mejor manera posible. Poner flores en el patio o balcón y dejarlas volar libremente sin matarlas es un gran aporte individual a su conservación”.
Al mismo tiempo, señala que en el mundo hay muchas especies que están en peligro de extinción y algunas de estas variedades cada vez son menos abundantes en lugares en que antes sí lo eran.
“Hay factores que son producto de la acción humana que han afectado a la biodiversidad, ya que cada vez quedan menos espacios naturales donde las abejas nativas pueden subsistir. Por otra parte, durante decenas de años ha existido una sobre exposición a las plantas de compuestos químicos como plaguicidas o pesticidas, que se ha comprobado que son dañinos para las abejas”, explica el Director del único Instituto de entomología existente en Chile.
Asimismo, el profesional señala que es fundamental conocer que en nuestro país existen cerca de 470 especies de abejas nativas, y no solo la que produce miel, que es la más conocida y no es originaria de Chile.
“Si las personas saben que hay un mundo de abejas que cuidar, se van a interesar más por la importancia que tienen al polinizar nuestras plantas y proteger el medioambiente y la biodiversidad que es esencial para la vida humana”, precisó el académico.
El entomólogo de la UMCE, en su aporte para el conocimiento del tema publicará prontamente el libro “Abejas en Chile: desde su biología hacia su conservación” editado por él, que reúne a científicos chilenos e internacionales expertos en la materia.