El presidente Luis Lacalle Pou, y los tres exmandatarios desde el regreso a la democracia aún vivos -Julio Sanguinetti (1985-1990 y 1995-2000), Luis Lacalle Herrera (1990-1995) y José Mujica (2010-2015), participaron este lunes en el acto realizado en la sede del Poder Legislativo, que estuvo acompañado por una vigilia en las afueras organizada por la sociedad civil.
“Por siempre democracia”
“Hace 50 años, la dictadura quiso callar a los representantes del pueblo. Hoy queremos ratificar nuestro compromiso democrático desde este Parlamento elegido democráticamente por la ciudadanía”, dijo la vicepresidenta, Beatriz Argimón, al abrir la ceremonia.
La última sesión en el Senado antes de la disolución de las Cámaras, la madrugada del 27 de junio de 1973, fue recreada con imágenes de esa noche proyectadas en la cúpula del recinto, mientras se escuchaban discursos emblemáticos de legisladores de entonces.
La presentación fue aplaudida de pie por los presentes, varios visiblemente emocionados, antes de que entonaran el himno nacional en el majestuoso Salón de los Pasos Perdidos en el que los militares irrumpieron hace cinco décadas.
En la neblina invernal, la fachada del Palacio Legislativo se iluminó luego con los colores de la bandera uruguaya y las palabras “Por siempre democracia”, la frase elegida para marcar la fecha. Alrededor del icónico edificio de mármol, cientos de velas fueron encendidas en el marco de la “jornada de reflexión” convocada por el colectivo Jacarandá, integrado por activistas sociales y sindicatos.
Un largo proceso
La última dictadura en Uruguay comenzó el 27 de junio de 1973 cuando el entonces presidente, Juan María Bordaberry, decretó el cierre del Parlamento con apoyo de las Fuerzas Armadas. Historiadores señalan como antecedentes la crisis económica de mediados de los años 1950, y el posterior deterioro social y económico. También fue en la década de 1960 que surgió la guerrilla urbana Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros (MLN-T) y aumentó el peso de los militares en la política, en un contexto de Guerra Fría.
Oficialmente se contabilizan 197 personas desaparecidas por acciones atribuidas al Estado uruguayo entre 1968 y 1985, la gran mayoría detenidos en Argentina en el marco del Plan Cóndor de colaboración entre los regímenes de facto vecinos. La dictadura uruguaya también se caracteriza por el uso sistemática de la tortura contra los miles de presos políticos.
Un mes de junio intenso
Este mes de junio, varios acontecimientos migados a la dictadura ocurrieron en Uruguay. Los restos de una mujer, hallados el 6 de junio en una unidad del Ejército, están bajo análisis. Podría tratarse del sexto detenido desaparecido identificado.
Por otra parte, dos militares retirados, Rubens Francia y Francisco Macaluso, fueron condenados a 12 años y seis meses de prisión por crímenes de lesa humanidad cometidos durante la dictadura contra militantes comunistas.
En cumplimiento de sentencias de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, el Estado uruguayo realizó dos reconocimientos públicos de su actuación ilegítima durante el pasado régimen de facto, el primero en 2012 y el segundo el pasado 15 de junio, cuando admitió la ejecución extrajudicial de las tres “Muchachas de abril”, así como dos desapariciones forzadas relacionadas.