Celia, hermana de Ernesto “Che” Guevara, falleció a los 93 años en la capital argentina esta semana. La arquitecta ejerció labores de investigación en su campo profesional como especialista en países en desarrollo, tarea que llevó adelante incluso hasta sus últimos días en la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Buenos Aires (UBA), donde se desempeñó como una de sus investigadoras principales.

Celia era un año y medio menor que Ernesto, habiendo pasado la niñez y juventud estrechamente unidos en juegos y deportes. Según trascendió, el fallecimiento del guerrillero y revolucionario la conmocionó hasta tal punto que eligió jamás ver las fotos del cadáver de su hermano bárbaramente expuesto por los militares y la CIA estadounidense ante la prensa internacional y curiosos locales, en la lavandería de una escuela rural de un perdido caserío en medio de la selva boliviana, fotografías y testimonios de un crimen tan histórico como feroz que dieron la vuelta al mundo.

Nacida en 1929, un año después que su célebre compañero de juegos infantiles con quien fuera tan cercana, Celia estaba radicada en Buenos Aires desde hacía varios años, donde, más allá de su vocación por la arquitectura, también se distinguió en la denuncia de las injusticias sociales y urbanas desde el ámbito académico.

“Defensora de la interdisciplinariedad como única forma de solucionar los problemas, Celia impulsó en toda su carrera profesional el intercambio de ideas y saberes como elementos fundamentales de la educación pública a la cual dedicó su vida con entrega y abnegación”, señaló el Instituto Mario J. Buschiazz.

En la institución de arte argentina, la profesional se destacó como directora de varios proyectos urbanísticos, como por ejemplo el corredor norte del Gran Buenos Aires, sobre el cual publicó varios artículos y presentó ponencias. También brindó conferencias en universidades de Europa y Norteamérica sobre la situación política y económica de Argentina. Según su currículum académico, Celia Guevara de la Serna se tituló como arquitecta en 1956, en la época en que Ernesto, Fidel, Raúl y los otros 80 expedicionarios del “Granma” se preparaban en México para desembarcar al sur de Cuba y llevar adelante la lucha armada que acabaría con la dictadura de Fulgencio Batista y daría comienzo a la Revolución.

Los hermanos del “Che”, Celia, Roberto, Ana María y Juan Martín, todos, mantuvieron un muy bajo perfil, a pesar que difícilmente pasaban desapercibidos, especialmente después del asesinato de Ernesto, en Bolivia, en 1967. De hecho, a Juan Martín Guevara le volaron dos veces una librería de su propiedad en la avenida Corrientes y, como militante de izquierda, fue encarcelado por la dictadura en los años 70-80. De hecho, uno de sus hijos, Martín Guevara describía a su querida tía Celia en 2017 como una mujer “inagotable”, pero sobre todo como “la persona más coherente” que había conocido “dentro y fuera de la familia, en la realidad y en la ficción”, manifestó.

La gran influencia intelectual sobre los hijos del matrimonio Guevara de la Serna fue la madre, una mujer libre pensadora, inteligente y adelantada a su época. En tanto el padre, Ernesto Guevara Lynch abandonó sus estudios de Ingeniería en 1927 para administrar unas plantaciones de hierba mate y poder así contraer matrimonio con Celia. Su vocación política le llevó a compaginar sus trabajos de agricultor con la participación en los Comités de Ayuda a la República durante la guerra civil española, probable fuente de inspiración política para un Ernesto Guevara de 8 años. Después de él, que era el mayor, nacerían cuatro hijos más, la segunda de ellos, Celia, la arquitecta fallecida.

Por lo demás, vale la pena hacer una aclaración: la extinta Celia Guevara de la Serna llevaba el nombre de su madre -Celia de la Serna-, en tanto que la tercera hija del segundo matrimonio de Ernesto “Che” Guevara fue también llamada Celia como signo de amor filial del guerrillero hacia su progenitora. En este caso, la Celia sobrina, lleva March como segundo apellido (por su madre, la cubana Aleida Marcha) y como veterinaria ha desarrollado una interesante carrera profesional al frente del Departamento de Salud Animal del Acuario Nacional de Cuba.

Numerosos mensajes de condolencias han llegado a la familia Guevara de la Serna desde distintas partes del mundo, enviados tanto por anónimos ciudadanos como por personalidades del ámbito político y cultural. Entre ellos destaca el del expresidente de Bolivia, Evo Morales, quien expresó en su cuenta de Twitter: “Recibimos con una gran pena la confirmación de la partida de Celia Guevara de la Serna, hermana de nuestro comandante histórico y revolucionario Ernesto “Che” Guevara de la Serna”. El exmandatario expresó su solidaridad para con la familia Guevara de la Serna y la hizo extensiva a “nuestros hermanos latinoamericanos, especialmente argentinos y cubanos, que lamentan esta pérdida”.

También la diputada nacional del Frente de Izquierda y de Trabajadores (FIT-U), Vanina Biasi, expresó con sentidas manifestaciones su pesar en redes sociales, donde describió a Celia Guevara de la Serna como “una mujer dedicada a la academia, de bajo perfil y siempre ubicada del lado correcto de la vida, del lado de los luchadores”.

Del mismo modo, la Red Continental Latinoamericana y Caribeña de Solidaridad con Cuba expresó sus “sentidas condolencias por tan irreparable pérdida” a su familia y seres queridos en el obituario publicado en su cuenta de Twitter.